El ambulatorio de Aiete por el camino seguro

Existe mucha expectación en el barrio. Y esta mañana mucha gente trabajando en la construcción del centro de salud. Había una máquina excavadora, un grúa torre fija (la de color azul) y una grúa móvil telescópica, un gran camión trailer con su cabeza tractora y su semirremolque, encargado del trasporte de elementos de construcción como varilla de hierro forjado que se utiliza en la construcción pesada, sobre todo en hormigón armado.

Era un enorme puñado de varilla de hierro que se encargaba de mover la grúa torre, desplazaba los grupos de varilla, de un lado para el otro sin aparente esfuerzo.

Las varillas de hierro son usadas en la construcción de vigas, trabes, losas aligeradas de claros cortos, dalas, elementos prefabricados, postes de concreto, acero adicional para viguetas, estribos, refuerzo de muros y tubería de concreto.

La barra de hierro la podemos encontrar también en la Bíblia; la celebración de la barra de hierro se refiere a la fuerza de Jesucristo para evitar las tentaciones de apartarse del camino recto.

Sea ese, el camino recto, el que lleve a feliz término la construcción del ambulatorio, superando los malos augurios que nos evoca la gestión de espacios públicos en el caso del ascensor de Aiete, por su base de Morlans, o en el de aquel incidente, ya superado, del asunto de las malas catas. Estos días la gente andaba un poco mosca con el trasformador de Iberdrola que está en el límite de la parcela en la que se incrusta el centro de salud.