La marcha turca

La sonata para piano en La mayor, K. 331, de Mozart es popularmente conocido como “la marcha turca”. Turquía y Música. Pues bien la música en Turquía es protagonista en esta última sesión del ciclo de Literatura y Cine de Aiete, dedicado a ese Pais en los límites.

Es protagonista en la tertulia de la novela PAZ, escrita por un genial Ahmet Hamdi Tanpinar (excelentemente traducida por Rafael Carpintero) y, protagonista, en el documental Cruzando el puente: Los sonidos de Estambul, del alemán de origen turco Fatih Akin. (La película fue presentada y comentada por un sobresaliente y cercano cineasta: Pedro Angel Saldaña)

Lo primero de todo, en esta elemental -que no breve- crónica casera, es recoger el agradecimiento de tertulianas y tertulianos a la promotora de estos ciclos, Lola Arrieta, que se ha atrevido a traer a las citas de Aiete ambos títulos; carecen de respaldo mediático o comercial en Donostia, pero son una maravilla en el campo de la literatura y, el documental, la mejor compañía para conocer la Turquía actual (Estambul especialmente), desde el punto de vista artístico y sociológico

Gracias a esta gran novela y al radiante film, hemos podido pasear por las calles de Estambul, sin salir de la Casa de Cultura de Aiete -situada, en un espléndido momento de luz y color, en el Parque Cultural-, y disfrutar de una escritura pulcra y sencilla, de uno de los padres de la literatura contemporánea turca y de la música que actualmente suena en ese país.

Tanpinar nos traza un bellísimo tapiz sobre el que se trenzan las existencias de diversos protagonistas (Mümtaz, Nuran, Suat e Ihsan) con el fondo excepcional de la ciudad de Estambul.

La directora del proyecto nos tiene acostumbrados a la deconstrucción de la obra del artista que somete a las tertulias, pero en esta ocasión lo ha bordado, quizás como nunca, proporcionando una lección de literatura, engarzando su magisterio con novelas que han sido seleccionadas y debatidas en tertulias anteriores.

Nos hacía ver cómo Mümtaz recorre Estambul como Mrs. Dalloway’ de Virginia Woolf lo hacía en Londres, (recordando a personaje y novela que tuvimos en las tertulias de Katxola hace diez años)

La novela de Tampinar tiene un tiempo narrativo de 24 horas. Empieza en la mañana del 31 de agosto, cuando Mümtaz sale a buscar medicinas y ayuda para su adorado primo Ihsan, y finaliza la madrugada del 1 de septiembre de 1939. Al volver Mümtaz a casa se escucha en la radio el anuncio de que la II guerra mundial ha empezado. 24 horas es también el celebrado tiempo del Ulises de James Joyce, se sitúa en un 16 de junio (El Bloomsday se celebra todos los años en esa fecha, en Dublín), ciudad elevada a los altares de la narrativa de Joyce, como Tanpinar entroniza Estambul.

La promotora del ciclo subrayó la influencia de las novelas del modernismo en Paz; una novela en apariencia tradicional pero que bebe en el agua de la vanguardia modernista (leer a Baudelaire recomienda uno de sus protagonistas).

Lola recuerda que la novela está estructurada en cuatro partes y no por casualidad, cómo más adelante nos recordará a través de algunas preguntas e interesantes reflexiones.

En la primera parte de Paz, se presentan los personajes: Mumtaz, Isham, Nuram, que nos van a ir describiendo la Turquía de principios del siglo XX. El protagonista en esta primera parte es Mumtaz quien nos narra su relación con Isham, primo al que idolatra, enfermo por una pulmonía

La segunda parte se titula Nuram. En ella nos describe la historia de amor de nuestro protagonista Mumtaz con Nuram. Estamos en 1937 y a las descripciones tan bellas que hace Tanpinar del Bósforo o las calles de Estambul, hay que unirle las no menos atractivas que hace de los sentimientos que afloran en una persona ante su primer gran amor.

En la tercera parte, el inquietante Suat, juega un papel decisivo

En la cuarta y última parte, Muntaz es de nuevo el protagonista. La muerte de Suat lo desequilibró mentalmente pues lo ve por todas partes

Así pues, la novela se presta también a interpretaciones de carácter psicológico que se desarrollaron en el debate. ¿La aparición de Suat es un delirio de Muntaz? Se trata de un Suat especialmente fuerte y bello, habitual en los sueños

Se preguntó también el por qué del título ‘Paz’ ¿Es un anhelo de unos personajes que viven en la incertidumbre, especialmente en el caso de Nuram? Entre los detalles admirables que respiran los personajes está la ansiedad ante un futuro incierto, la inestabilidad psíquica y otras flaquezas y extenuaciones del mundo en el que viven, vísperas de una gran guerra.

Cuando Lola nos emplaza a encontrar las razones de porqué la novela tiene cuatro capítulos, como se anunciaba más arriba, sin respuesta por las tertulianas y tertulianos, ella las asocia a la estructura de la música sinfónica.

En efecto las sinfonías tienen, en general, cuatro movimientos, y los capítulos de la novela, en su desarrollo, se ajustan a los diferentes pasajes de una sinfonía.

El primer movimiento es rápido y, como en Paz, sirve de introducción a la obra que da paso a lo que serán los siguientes movimientos.

El segundo movimiento se conoce como adagio. El adagio es un canto al amor, como sucede de forma maravillosamente descrito en la novela. Es la parte proustiana de la narración. La que más ha gustado a los seguidores del ciclo

El tercer movimiento de una sinfonía se divide en dos partes: scherzo y trío. En la novela tiene tres. En la primera de ellas asistimos a una descripción de la Turquía de principios de siglo. En la segunda parte se describe el anuncio de la boda de Muntaz y Nuram. La música -otra vez la música- es protagonista gracias a las obras clásicas de autores turcos como Dede Efendi. La tercera parte es la relación entre Nuram y Muntaz. Suat sigue asediando la relación entre los dos hasta que un día al volver ambos a su casa se encuentran con Suat ahorcado. Nuram decide no volver a ver a Muntaz

En el cuarto, y último, movimiento la obra musical se caracteriza por utilizar instrumentos de percusión como el timbal. En la lectura de la obra, Suat percute contra Muntaz, un Suat que había fallecido. Lo más probable es que Muntaz, como se dice, sufra alucinaciones y que el golpe en la cara y las medicinas rotas, sean causadas por una caída.

Pero las consideraciones simbólicas de Lola no acaban ahí.

Nos invita a pensar qué referencias literarias podemos encontrar en la evolución de los amores entre Muntaz y Nuran. Nos recuerda que hace poco tuvimos, en este mismo salón, la lectura dramatizada de una de las Sonatas de Valle-Inclán (otra vez una referencia musical). Se trataba de ‘La Sonata de Otoño’ que Angel Marco leyó, el pasado 12 de febrero, de manera ejemplar.

Como el amor entre Muntaz y Nuran, las cuatro sonatas de Valle ambientan cuatro momentos diferentes de su relación, asociados a las épocas del año:

Sonata de primavera’ primeros escarceos amorosos

Sonata de verano’, amor pasional (Adagio)

Sonata de otoño’, primeras dificultades

Sonata de invierno’, frío, nieve, el amor se rinde.

Para ir terminando esta modesta pero demasiado larga crónica; Lola aprovecha la redacción literaria para hacernos ver cómo, por ejemplo, la novela de Tanpinar nos describe el proceso de recuperación de Isham de su pulmonía, gracias a la ayuda de un médico militar y, de su mano, se expone la forma en la que los turcos veían la contienda que se avecinaba y los vaivenes de la política exterior turca, en el periodo de entreguerras, pues en los capítulos anteriores se nos narraba las buenas relaciones económicas entre Turquía y Alemania, y ahora que nos acercamos a la guerra, el pueblo turco ve a Hitler como un loco, y el gobierno parece que va a firmar un pacto con Gran Bretaña y Francia, que realmente solo duró de 1939 a 1941, pues a continuación y ante las victorias nazis frente a los aliados, los turcos firman un pacto con la Alemania de Hitler, que volverían a romper en 1944.

La novela Paz y el documental, permitieron a Lola y a Pedro Saldaña, el dinamizador del cine-club, hablar sobre la revolución de Atatürk (año 1923)

Esta revolución también alcanzó al campo de la cultura y muy especialmente el de la música. Atatürk quiso abandonar la música tradicional, de raíces árabes y persas, que era y sigue siendo monofónica, para abrazar la música occidental desde la monofonía medieval, a la polifonía y la armonía actuales, cómo relataba uno de los músicos del documental. Atatürk quiso ‘modernizar Turquía’ y para ello abolió las tradiciones y envió a un grupo de jóvenes músicos de talento, a las principales capitales turcas, para una formación de acuerdo con las técnicas modernas.

Lo mismo haría con la alfabetización de la nueva enseñanza pública Iglesias, mezquitas, colegios fueron trasformadas en museos, la arquitectura comenzó a seguir tendencias más modernas, y la música occidental clásica, la ópera y el ballet, además del teatro, sustituyeron, por decreto, a las expresiones otomanas.

En el documental se hacen expresas las reacciones de los grupos de músicos jóvenes protagonistas, contra este giro que pretendía extirpar la cultura y costumbres otomanas más conservadoras de la vida civil.

Asimismo, Atatürk promovió en la década de 1930 una política racial turca peculiar, la cual se sintetizaba en que los habitantes ancestrales de Anatolia eran los «turcos puros», excluyendo a otras minorías, si bien no tuvo objetivos de exterminio hacia otros grupos étnicos como sí sucedió en el Tercer Reich

Es justo ahí donde el kemalismo chocó de frente con la cuestión kurda. Los kurdos de Anatolia oriental habían sido aliados decisivos de Kemal en sus primeras campañas, y escucharon de él la promesa de un futuro Estado donde «el turco y el kurdo vivirían como hermanos, en pie de igualdad». Lo cierto fue que el Estado republicano se levantó sobre el nacionalismo más exacerbado y el unitarismo más feroz: «Un turco vale por todo el Universo», rezaba el eslogan favorito del fundador.

El documental, dando testimonio, nos muestra a Aynur, una deliciosa cantante kurda 

Lo más positivo de Mustafá Kemal Atatürk es que convirtió los rescoldos del Imperio otomano en una república moderna. La Primera Guerra Mundial marcaría el fin de un gigante que tenía los pies de barro. No se olvide que cuando terminó la contienda, la práctica totalidad de los dominios otomanos pasaron a control de los vencedores.

La humillación a la que las condiciones de paz llevó a un grupo de oficiales a seguir combatiendo para expulsar a los extranjeros del país y conservar su independencia. Al frente de ellos se hallaba un respetado militar y héroe de guerra, Mustafá Kemal. Después sería conocido como Atatürk, o «padre de los turcos», porque llevó a cabo la transformación de la Turquía otomana en una república moderna, próspera y respetada.

La República de Turquía implantada por Kemal fue la primera experiencia de régimen republicano del mundo musulmán.

Lola presentó en la tertulia un resumen de las reformas llevadas a cabo por Mustafá Kemal Atatürk. Su lectura, a día de hoy, resulta espectacular :

  • Cierre de las escuelas religiosas y abolición de la Sharia (ley religiosa) (1924).

  • Adopción de una Constitución (20 de abril de 1924).

  • Adopta el calendario occidental (calendario gregoriano) (1925).

  • Prohíbe el fez (25 de noviembre de 1925) y el velo; introduce la vestimenta occidental.

  • Se introduce un nuevo Código Civil basado en el suizo; este código terminó con la poligamia y el divorcio por repudio e introdujo el matrimonio civil (17 de febrero de 1926).

  • Se elabora el primer censo de población (1927).

  • Se declara la laicidad del Estado (10 de abril de 1928).

  • Se sustituye el alfabeto árabe por el alfabeto latino (24 de mayo de 1928).

  • Se logra el derecho de voto a las mujeres y el derecho a ser votadas en elecciones locales (1930).

  • Se decide que la llamada a la oración y las recitaciones públicas del Coran deberán hacerse en turco en vez de en árabe (1933).

  • Se concede el derecho de voto a las mujeres y el derecho a ser votadas en elecciones nacionales, pudiendo optar a puestos de trabajo oficiales (1934).

  • Se introdujeron los apellidos en sustitución del nombre único de tradición árabe (21 de junio de 1934). Mustafá Kemal adoptó el de Atatürk, Padre de los Turcos (24 de noviembre de 1934).

  • Se proclamó el domingo como día de descanso (1935).

Sin embargo las corrientes de fondo de las ‘costumbres culturales, religiosas y sociales’ otomanas siguen ahí, y se producen algunas reacciones contrarias que la guía de la tertulia va deshojando en la velada del jueves, a través de la deconstrucción de Paz, en la que quedan descubiertas las heridas de un país que vive entre la tradición y el deseo de integrarse a la modernidad.

El documental Cruzando el puente: Los sonidos de Estambul, por su parte, reivindica la idiosincrasia turca y la no subordinación de Oriente hacia Occidente, en las manifestaciones de los pioneros del rock en Turquía, como Erkin Koray, en los raperos de última generación, como Ceza y su hermana Ayben, en grupos como Replikas o Baba Zula, y de ahí hasta los autores de la música tradicional turca, como el veterano Orhan Gencebay o la impactante cantante kurda Aynur. El film es apasionante, apoyado en la sabiduría de un montaje ágil y sin olvidar ninguna de las manifestaciones de la música popular, desde los rapsodas de la calle hasta la música de una boda gitana. En el documental Akin compone un retrato magistral de una ciudad a mitad de camino entre dos mundos, tal como resume la maravillosa balada que canta Sezen Akzu.

La película mezcla música y sociología y nos lleva a la Turquía actual, sobre la que pende, ahora, la amenaza de una nueva islamización radical de la mano de Erdogan

Se vivió en Aiete un episodio literario y musical de cine, perfecto

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