El aietearra, cuya cláusula de rescisión pasa a los 50 millones de euros, se mostró ayer muy satisfecho por la renovación. “Es un sueño. Desde pequeñito he sido de la Real. Entré al club con trece años y he llegado al primer equipo, la máxima aspiración de un donostiarra como yo. No hay cosa mejor que jugar en el club de tu vida y de tu corazón. Van a ser cuatro años más aquí, y esperemos que después vengan más incluso”.
El rendimiento de Zaldua a nivel individual ha supuesto una de las mejores noticias de la campaña, en clave txuri-urdin. “Ha sido un año positivo para mí. He contado con la confianza de Imanol y de Asier Garitano, y eso me ha ayudado a seguir creciendo como futbolista. Durante varias temporadas no tuve el protagonismo que hubiera deseado, pero la cesión al Leganés me vino bien para adquirir ganas e ilusión”.
El lateral blanquiazul no tiene problemas en reconocer que el curso, a nivel colectivo, “no ha sido positivo”. “No hemos logrado la regularidad en Anoeta que se necesita para completar una buena campaña. Pero seguro que el año que viene, con el estadio terminado y el apoyo de la afición, le damos la vuelta a esta circunstancia. El club está inmerso en un proyecto bonito y para mí es bonito y motivo de orgullo participar en él”.
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