Lo que enseña y oculta la casa de Puio

Ayer, en la bella conferencia ‘La historia de Puio…y su funicular’, Enrique Ponte Ordoqui, nos ofreció una sencilla visión de uno de los más bellos y desconocidos rincones del barrio de Aiete. Fue una de esas lecciones de historia a ras de suelo, de las anécdotas que gusta saber, vivir y recordar, para trabajar sobre ellas, para dar sentido a lo que queda por hacer.

Tuvo lugar en una abarrotada sala Pagoa, del Topaleku. Y Enrique retó a la Asociación de Vecinos a que siga con su papel de queja y de denuncia.

Para algunos componentes de Lantxabe eso fue lo mejor de su disertación. Escuchamos una amena y documentada charla, con una sucesión de diapositivas muy ilustrativas de los pasajes que el autor iba describiendo, y que luego pudimos ver en la exposición que cuelga en el salón de actos del Topaleku, pero también fuimos informados de la situación irregular en la que se se desarrolla la cima de Puio.

Enrique nos ofreció una parte de sus investigaciones que le llevarán a publicar un libro más completo que el trabajo que ya han editado en el Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián, como parte de su tesis doctoral.

Y entre ellas el nacimiento, desarrollo, abandono, incendio y resurrección de la Casa de Puio.

Enrique, doctor en Arquitectura, ha sido arquitecto municipal en Errenteria y fue Director de Infraestructuras del Gobierno Vasco. Es un apasionado de la historia, y de su propio archivo familiar.

Parte de la información que nos facilitó el ponente está en la estampa ‘Bajo la densa sombra de Pedro Ordoqui’, pág 99 y siguientes, en el libro de Pedro Berriochoa, que se puede ‘bajar’ de esta web ‘Aiete, caseríos, casas y familias’, y que citó Begoña Egurrola, en su muy grata y estudiada presentación de la conferencia.

Pedro señala que Puio era una casa con tejado a dos aguas, de aire ecléctico, pintada de granate y con balcones de hierro forjado.

Enrique apenas tiene fotos del exterior pero recuerda vivamente su interior. Destaca el hall con su escalera preciosa y el suelo de mosaico con las iniciales JPO, el acrónimo de su abuelo. Del exterior de Puio glosó y proyectó una diapositiva con la pista de tenis, el invernadero, el estanque de patos, el enorme depósito de agua…

La loma de Puio es un lugar privilegiado, desde allí se avistaba todo Donosti y viceversa.

Hoy no es así.

El Ayuntamiento de San Sebastián ha abandonado las obras de conservación y mantenimiento en la periferia de la ciudad. Donostia crece en medio de una naturaleza feraz y si no se cuida, esa fuerza viva termina absorbiendo todo lo que se crea en ella. Esta es una tarea permanente que hemos visto hacer en la vasta riqueza arqueológica de Turquía, esta primavera y, en Grecia, la primavera del año pasado. Lo último que hemos denunciado desde Lantxabe es cómo el arbolado que crece en torno a Katxola impide las preciosas vistas desde el caserío sobre las torres de Arbide, la ciudad o las peñas de Aya.

Después de las elecciones municipales, tenemos el mismo concejal delegado de mantenimiento urbano. En la legislatura anterior nos comentaba que algunas de las iniciativas a las que se había comprometido, no pudo ejecutarlas por falta de presupuesto. El nuevo gobierno municipal, encabezado por su alcalde, quedan emplazados para que en estos próximos cuatro años no se repita el misma recorte presupuestario en materia de mantenimiento urbano. San Sebastián debe ser atractiva para los turistas; lo que no quita, al contrario, que sea la mejor habitación para sus ciudadanos

En otra ocasión detallaremos la interesante creación-evolución de la casa de Puio. Recordaremos la información sobre las repercusiones del PGOU en la zona de Puio y en todo Aiete, que nos facilitó Don Enrique

En este breve escorzo resumimos que el viejo caserón de Puio fue abandonado hacia 1987. Luego vino la debacle. Algún casero metió animales y cercó prados e invadió el camino. El ganado pastaba por Merkezabal y Puio. Más tarde, entró en la casa gente desconocida. Al final hubo un incendio, y la vieja casona fue consumida por las llamas en los 90, un siniestro que en la noche se veía, como fuego alucinante, desde toda la ciudad.

El ponente nos explicó la interesante historia y astral de cómo volvieron las monjas al lugar y cómo reedificaron una nueva villa o palacete. El local está rodeado de tilos, cedros, magnolios y plátanos imponentes…

Pero lo han cercado con un muro de vegetación, y ese no es el acuerdo con el ayuntamiento, porque tanto el solar de la casa, como los terrenos que le rodean son públicos, y no se pueden cercar. Técnicamente es una apropiación indebida. Puio se ha convertido en un reducto privado de las monjas y eso no parece legal. Antes, las vistas de la ciudad, desde Puio, especialmente de la desembocadura del Urumea, eran impresionantes, ahora la tundra de la vegetación impiden esa vistas, pero desde la ciudad tampoco se ve la villa de Puio.

El ponente documentó otras curiosidades, que quizás sean algo más, volveremos sobre ellas, entre otras que en la casa actual se encuentra enterrado el conocido obispo y nuncio pasaitarra Juan Sebastián Laboa

2 comentarios en “Lo que enseña y oculta la casa de Puio”

  1. Si los terrenos de Puio son públicos al gobierno municipal conviene recordarle su obligación de proteger los intereses públicos y enfrentarse legalmente a la apropiación ilegal de los mismos por la Iglesia costumbre harto frecuente en España, está visto que en esto la iglesia no considera diferente a la CAV ni a sus feligreses o no.

  2. Pingback: Lantxabe propone que el PGOU se plantee la recuperación del parque de Puio | Aiete – Lantxabe – Katxola – Ayete

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