La sokatira se ha convertido en el deporte más apasionado de los que se practican en Katxola, especialmente entre la chavalería de Primaria que visita el caserío.
Esta mañana los de Amasorrain confirmaban esta afición.
La ‘soka’ de Katxola es muy recia, heredada de los juegos festivos en el barrio del siglo XX; la chavalería se agarra a ella con fuerza y hace competiciones muy reñidas
A pesar de no contar con ninguna cita escrita, existe la convicción de que la sokatira se ha practicado en Aiete a lo largo del siglo pasado, y en el país vasco desde siempre.
Los recuerdos y la tradición oral en ambos lados del paseo de Oriamendi nos dicen que hubo desafíos en los que participaron contendientes de Añorga -Amasorrain es su representante escolar- y de los caseríos de Aiete.
En cuanto a sus raíces como deporte rural vasco, los marineros atracaban los barcos tirando de la «sirga». En la caza de la ballena, una vez muerto el cetáceo, había que desembarcarlo para su partición a rastras, arrastrando con la ‘soka’ de su cabeza y de su cola.
Etnográficamente, el nombre de soka tiene rasgos célticos. La palabra castellana soga tiene su origen en la vasca soka. Y nuestra soka está tomada de la céltica suka.