Este trimestre, la ‘Literatura en Aiete’ está dedicada a tres Premio Nobel. La presentación, a cargo de Lola Arrieta, de uno de sus más insignes ganadores, Saramago, no pudo ser más conmovedora y apasionante.
En un día en la que se entregaban dos Premios más, Lola empezó la tertulia con la broma de que la Academia Sueca había elegido este jueves para hacer coincidir el nombramiento con la tertulia.
La gente que asistimos ayer, en el salón de actos de la casa de cultura, a este cúmulo de conocimiento de las ideas y los trabajos de Saramago, de sus facultades y tesón intelectual, nos levantamos de las sillas sobrecogidos por la sencilla lección de literatura magistral que a lo largo de dos horas seguidas había impartido Lola; sin más pausa que la risa que provocaron algunos de sus comentarios, hubiéramos seguido otras dos horas más, según consenso generaliado. Lola a la altura de José Saramago o viceversa, convirtió en sueño la tarde de ayer
El método de Lola tiene la forma de pirámide. Su exposición empieza por una base general deconstruyendo la vida y obra del autor (en esta ocasión de Saramago), y termina con elementos de la novela elegida para la tertulia, detalles que representan para los lectores ángulos que les habían pasado desapercibidos, que les dejan asombrados, y con ganas de iniciar una segunda lectura del libro (Este es un comentario generalizado en las minitertulias que se forman al finalizar la reunión).
Lola entrega, antes de empezar la esperada cita, un cuaderno organizado como una biografía cronológica, acompañado de las obras más importantes del autor; cuaderno ilustrado con retratos familiares, académicos y de trayectoria vital, y documenta su exposición con datos sobre acontecimientos decisivos de la producción creativa del autor, en este caso, de Saramago.
La cronobiografía que entrega Lola en su tertulia le sirve a ella de esquema que va desarrollando a lo largo de su empática exposición.
La sala vive la sensación de catarsis porque la tenaz vida de José estimula la confianza en el ser humano; la emoción de las personas asistentes tiene causa en el optimismo de la libertad que emana de la lectura que hace Lola de Saramago, en su preciso análisis nos traslada a la esencia de nuestros deseos. Salimos de la cita con una mayor disponibilidad para la indagación la novela que hemos leído, para detectar la fuerza literaria que encierra la obra que hemos tenido entre manos durante unas horas.
Lola nos enseñó un Saramago con una fuerza deslumbrante que por su proximidad en el tiempo y en el espacio nos exalta, desmadejó su turbulenta obra de arte y la transformó en un soplo de creatividad. Nuestra existencia reclama seres extraordinarios y el José Saramago que nos mostró Lola, lo es
Ella dividió la vida de Saramago en dos mitades, como luego haría con la novela ‘El año de la muerte de Ricardo Reis’
Nada en el origen de José Saramago predecía a Saramago: pero todo estaba en el germen al que el hombre, el ciudadano y el escritor han regresado permanentemente. Lola leyó una párrafo de su discurso ante la glamurosa Academia Sueca en la que recordaba anécdotas de la vida campesina de sus abuelos en su Azinhaga natal.
El decurso paradójico de la vida de Saramago está gobernado por la tenacidad, coherencia, trabajo, confianza en lo imprevisible que sostienen el peso de su vigorosa figura literaria, intelectual y ética. Pero lo soporta también una llama extrema y cegadora, una llama soñadora, intensamente humana, arraigada en la imaginación y en la razón moral.
Tarde de Premio Nobel en la que aunque la escritura no sea la vida, (Lola recordó que Saramago se había distanciado de la mitificación romántica de este Premio) en ocasiones las letras ofrecen una parte nada desdeñable de felicidad. Este suceso se vivió ayer en la Casa de Cultura de Aiete
La segunda parte de la vida de Saramago, explicaba Lola, se incia en noviembre de 1975, cuando decidió dedicarse tan sólo a la literatura y, sin viento ni salvavidas, arrojarse a los borrascosos mares la incertidumbre. Practica una vida austera, sostiene sus fidelidades, defiende sus ideas de siempre, escribe con la dedicación sencilla de quien se debe a un oficio y habla con la voluntad de cercanía de quien nunca se movió de su lugar en la plaza pública del pueblo y allí dijo sus verdades sin dejar de mirar a los ojos de los demás -hoy condenaría la agresión de Erdogan contra el pueblo kurdo-. Interpreta la realidad y tiende puentes. Con el matiz añadido de que su pueblo es un mundo, el ancho mundo. Podría decirse así: el príncipe de la literatura que es José Saramago no rechaza la compañía del obrero de las letras que en todo momento fue conocedor de que el príncipe ilumina al obrero con la antorcha de su biblioteca, en tanto que el obrero le ofrece al príncipe el amparo moral de su sacrificio y su humilde tesón.
En su segunda etapa, su vida, y el exponente de la de la tertulia en la sala, es un torrente de admiración. Pero no siempre ocurrió así. Saramago atravesó por décadas difíciles, de anonimato y dedicación fatigada a sobrevivir: la lucha del día a día, el acoso de la circunstancia, la incertidumbre del futuro, el malestar, la palabra que no encontraba ni voz propia ni resonancia, la zozobra en años de oscuridad para Portugal…
Entre Saramago y ‘El año de la muerte…’, está el autor de ‘Las Odas de Ricardo Reis’ Fernado Pessoa.
Ese clima irreal, de ensueño, de ferviente imaginación, que está en la novela de Saramago, no se puede entender sin la canóniga poesía Pessoa.
Sobre las Odas de Ricardo Reis, sobre los diferentes pasajes históricos que relata la novela de Saramago, -como la toma de Irun por las tropas de Mola- sobre los diálogos entre Fernado y su heterónimo Reis, -10 en total- también se detuvo Lola pero la desbordante experiencia de ayer excede al armazón sintético y temporal de estas páginas.
Sin embargo, como epílogo, no podemos sustraer al lector y asistante a la tertulia la primera de las Odas de Ricardo Reis que nos leyó Lola Arrieta, con voz clara y dulce, durante la tertulia.
Gracias Lola, despues de oir , Como desglosas y analizas las obras, te dan ganas de volver a leer la obra y ver si ves los detalles que nos hemos dejado.lolo