Lydia Lugones escribía el 26-11-2018 al Diario Vasco y a esta página web de Lantxabe que la “La Biblioteca de Aiete sólo abre por las tardes los días lectivos, de modo que los vecinos de este barrio que trabajan por la tarde no pueden disfrutar de este servicio público tan necesario. La gran mayoría de bibliotecas de Donostia abren en dos turnos (mañana y tarde), por lo que no entendemos por qué no tenemos los mismos servicios, más en un barrio que está comunicado con el centro de la ciudad a través de viales y calzadas empinados, lo que supone un gran esfuerzo subir y bajar a la biblioteca central”.
Nos dirigimos al Director Gerente de Donostia Kultura con esta demanda en nombre, también, de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos de Aiete, Lantxabe, y le decíamos, además, que el horario tan reducido produce que muchos días la biblioteca esté colapsada. Paradójicamente disponemos de uno de los centros con más actividades. Sólo en torno al Ciclo de Literatura y Cne, todos los meses tenemos tertulias literarias, cine-forum cine, exposiciones, etc. Sin embargo, el horario del Centro Cultural de Aiete es el más reducido. Solicitamos poder disfrutar de los mismos servicios públicos que el resto de barrios, porque los vecinos de Aiete tenemos también derechos de ciudadanía.
Nuestra vecindad comenta que tener cerrada, por las mañanas, la Casa de Cultura, es un lujo. Allá por los finales de 2010, el entonces Director de Donostia Kultura, afirmaba que la Casa de Cultura de Aiete podía ser un lujo por el escaso uso que iba a tener por parte de la ciudadanía. Se equivocaba. Hace unos días hemos podido escuchar algo parecido sobre el uso que va a tener el bidegorri. No somos un barrio dormitorio, somos un barrio vital
Desde aquel feliz enero del 2011 en el que gracias a la vecindad y al apoyo prestado a la iniciativa de Lantxabe para que el Palacio de Aiete fuera la sede de la casa de cultura del barrio, venimos defendiendo esta idea y la propuesta de Lydia, compartimos sus argumentos.
El pasado 17 de enero volvimos a dirigirnos al responsable de Donostia Kultura, insistimos el 19 de novimebre, y hoy mismo lo hemos vuelto a hacer.
El Gobierno Municipal tiene la obligación de poner manos a la obra.
Los servicios del Centro Cultural no terminaron en aquel enero de 2011, siguen activos porque así es cómo vive Aiete su núcleo cultural