La Coral Eskola-Gurutziaga ha perdido a Gorka Reizabal

Aiete un ilustre y comprometido vecino. Una tristeza inmensa atraviesa el cuerpo de la Coral Eskola-Gurutziaga y de tantas amistades que ha dejado en Aiete. Ha muerto el ‘Pato’. Tenía 67 años, pero en realidad eran muchos más porque el ‘Pato’ los vivió con tanto entusiasmo, tanta intensidad y tanto amor por sus pasiones que multiplicaba el valor del tiempo.

Gorka Reizabal, recibió un resuelto homenaje el pasado año, el 10 de noviembre, por parte de la Eskola- Gurutziaga y de Lantxabe, con ocasión de la inolvidable actuación de la Coral en el marco de la Aiete Eraikiz-Aiete Kantuz. En aquella ocasión ya se podían ver los efectos de la enfermedad pero él estaba ingenioso, agudo, socarrón como siempre. La Real también quiso reconocer su extensa labor informando del equipo txuri-urdin y le entregó una camiseta blanquiazul firmada por toda la primera plantilla en el anverso, con su mote Pato y un número, el 44, los años desde la primera crónica que redactó sobre la Real, un 18 de octubre de 1975.

En la foto Gorka acompañado por su mujer y sus hijos. (Ella, Maite, también es periodista).

A Gorka Reizabal se le recordará también por su realismo sin límites, y es justo que así sea porque la Real Sociedad era su pasión verdadera.

Vivió con entusiasmo el auge del fútbol femenino. Lloró por el título de Copa de Granada, como 32 años antes cuando se perdió en Zaragoza. Disfrutó del pasillo de honor que los hombres hicieron a las mujeres: «Fue un aldabonazo extraordinario. Por una vez los chicos, que siempre habían estado por encima, les rendían pleitesía. A ellas quisiera darles las gracias por haberme hecho llorar de alegría».

Gorka era un humanista, un hombre culto, con un compromiso social firme, con sus tiempos, con su país, con su barrio, con su Coral Eskola-Gurutziaga. Tenía una curiosidad infinita. Nunca pasó nada que no le interesara. Sabía vivir, disfrutaba de las cosas buenas de la vida y apartaba las malas.

Le recordaremos en su entusiasmo, en su conversación, en sus posiciones éticas, irreprochables. Evocaremos al ‘Pato’ ocurrente, con chispa, irónico, alegre. Pero nuestro recuerdo siempre estará asociado a su Coral Eskola-Gurutziaga

El funeral se oficiará el viernes a las seis de la tarde en la catedral del Buen Pastor.

Nuestro doloroso abrazo a su familia y a la inmensa Coral Eskola-Gurutziaga

4 comentarios en “La Coral Eskola-Gurutziaga ha perdido a Gorka Reizabal”

  1. Era un estupendo periodista, un txuri urdin apasionado y un enamorado del canto y de la Eskola Gurutziaga; pero sobre todo un hombre que desprendía energía, amor por la vida.
    Gorka Reizabal se ha ido esta semana y aún no nos lo creemos. Cuando te encontrabas con él, ya enfermo y consciente de que las cosas no iban bien, prefería hablar de la vida que de lo suyo.
    Sin embargo dejó escrito todo lo que había que hacer en su funeral, en el Buen Pastor, lleno de gente, con las canciones que debían interpretar su amado grupo y otras incondicionales voces que se sumaron a este homenaje póstumo Esta es una información de un tolosarra de pro y de Aiete como él. La suya le viene por su matrimonio con Mertxe Arregui, a quien doy un sentido pésame. Su relación con Tolosa también la viviría con pasión, como su amor por el canto.
    Gorka Reizabal sabía de fútbol, de remo y canto y de muchas cosas más. Era una permanente tormenta de ideas bajo su cordial apariencia de Woody Allen a la guipuzcoana con sus chistes y juegos de palabras. Seguro que haría una broma al leer estas líneas.

  2. El pasado 6 de noviembre recibí un mensaje de Gorka Reizabal. Siempre me costó apodarle Pato, supongo que sería por el respeto que le profesé, hasta que un día, tras despedirme, me replicó con contundencia: “Por favor, llámame Pato, que tú eres mi amigo”. Ahora, pocas horas después de su precioso y conmovedor último adiós (gran homenaje de su hijo con la txuri-urdin en el Buen Pastor), es cuando estas cosas te llegan y te emocionan más.
    No creo que el Pato haya sufrido nunca el síndrome del folio en blanco. Su prodigiosa mente, que mantuvo a pleno rendimiento hasta sus últimas horas, era una fuente inagotable de ideas. Unas más brillantes, otras más divertidas, pero siempre ingeniosas. Con algunas podías explotar de risa, con otras solo sonreír, pero siempre te divertían. Como ejemplo, un chiste que rescato de nuestro chat que me mandó cuando el Athletic intentó fichar a Jon Bautista en junio de 2017: “¿Ya sabes por qué ahora aquí a Ziganda (entrenador zurigorri) le llamamos Salomé? Porque quería la cabeza del Bautista, aquella se la pidió a Herodes y se la dio. Pero esta vez fue como aquello que dicen que le dijo Judas a Herodes… Te jodes”.
    Era un cachondo entrañable. Que nadie se lo tome a mal, sobre todo esas almas vecinas que hace tiempo, no sabemos muy bien cuándo, perdieron su otrora privilegiado sentido del humor. Muchos dicen que era antiAthletic;yo no estoy tan de acuerdo. Solo defendía a muerte a su gran pasión, que era la Real, y estaba en contra de sus mayores rivales históricos. También sacaba las garras con el Barcelona o el Madrid.
    Nunca le conté que cuando no nos conocíamos, mi cuadrilla y otros aficionados realistas le salvamos de ser agredido por un violento grupo de hinchas del Athletic al no darse cuenta de que lo que parecía un inmejorable sitio en las cercanías de San Mamés, no era más que una peligrosa trampa. Eran los tiempos del Derby de ETB2, en el que los vecinos siempre se creían que el visceral y voceras Patxi Alonso se imponía en los duelos dialécticos que mantenían, sin entender que el ingenio y la flema del Pato le podía llegar a humillar en ocasiones. Todo ello sin necesidad de elevar la voz. Ya lo saben, el verdadero análisis era para listos, absténganse forofos. Y pocos como él denunciaron la presión que ejercieron desde Ibaigane para que Anoeta fuese un estadio de atletismo. Una guerra que acabó venciendo gracias a la remodelación del estadio.
    En estas horas tan tristes, uno se puede escudar en la famosa frase que suelen decir algunos seguidores blanquiazules, con la que se podía haber marchado hinchado el propio Reizabal: “Yo ya me puedo morir tranquilo. He visto y celebrado dos títulos de Liga, uno de Copa, una Supercopa, dos clasificaciones para la Champions”… Pero a mí no me consuela. Solo me puedo quedar mirando la sobrecogedora imagen del Pato, solo y pensativo, en uno de los balcones del Ayuntamiento, con la txuri-urdin que vestía Periko Alonso en Gijón, esperando a las chicas para festejar su gesta en la Copa del Rey. Lo siento, Pato. No sabes lo que me duele llegar tarde. Lamento haber desperdiciado tu ingenio. Gracias por tu periodismo y tu cariño, Pato.

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