Por la Casa de Cultura, por el Topaleku, por Katxola, han pasado autores que inventaban historias apasionantes con un estilo ambicioso, no pedante ni lacrimógeno, y además no procuraban dar lástima, sino mostrar las ambigüedades y complejidades de la vida y de las personas
Desde las primeras novelas Lola Arrieta ha puesto el acento en que las novelas no son espejos que se limiten a reflejar la realidad tal como es. Hacen algo mucho más complejo: mostrar diferentes puntos de vista, distintas visiones o interpretaciones sobre la realidad. De este modo las buenas novelas, expresan una pluralidad de pareceres sobre el mundo y la vida, que en muchos casos pueden llegar a ser contradictorias. La propia naturaleza de esta forma artística da cabida en su interior a múltiples sensibilidades, opiniones, lenguajes y actitudes.
Hemos tenido con nosotros, entre otros reconocidos novelistas a:
Faulkner, Flaubert, Joyce, Tina Morrison, Philip Roth, Kafka, Stefan Zweig, Bolaño, Dostoyevski, Thomas Mann, Manzoni, Martin Santos, Pío Baroja, Unamuno, Saramago, Jane Austen, Henry James, Saizarbitoria, Patricia Highsmith, Marcel Proust, Tolstoi… así llegamos a más de cien legendarios autores
Pero el próximo jueves 13, a las 19:00, tenemos a Nabokov, al gran Nabokov, con su Lolita elevada a mito universal por una de las grandes novelas modernas.
Los seguidores de estas tertulias y todas y todos los donostiarras, tienen la oportunidad de encontrarse con la legendaria “Lolita” y su autor, y participar en la controversia que le ha seguido desde su publicación
Uno de las lecciones aprendidas en las tertulias literarias de Aiete, que se celebran desde hace 14 años en la Casa de Cultura, es que cada uno es libre de ver lo que quiera en las novelas que lee y, en consecuencia, que no se puede imponer un único sentido a esa obra maravillosa llamada Lolita. Si se hace así, se ignora la riqueza literaria plural y múltiple, que contiene la novela
Desde las primeras tertulias Lola Arrieta ha puesto el acento en que entre la crítica y la teoría literaria las novelas no son espejos que se limiten a reflejar la realidad tal como es. Hacen algo mucho más complejo: mostrar diferentes puntos de vista, distintas visiones o interpretaciones sobre la realidad. De este modo las buenas novelas, expresan una pluralidad de pareceres sobre el mundo y la vida, que en muchos casos pueden llegar a ser contradictorias. La propia naturaleza de esta forma artística da cabida en su interior a múltiples sensibilidades, opiniones, lenguajes y actitudes.
Que el narrador-protagonista de una historia sea un asesino o un depravado no convierte necesariamente a esa historia en un alegato a favor del asesinato o la depravación. Equivaldría a decir que Crimen y Castigo -que también tuvimos en tertulia en estos ciclos e literatura y cine- es horrible porque debe leerse como un manual para asesinar a ancianas. En las tertulias de la Casa de Cultura hemos aprendido que en todas estas obras hay mucho más que eso, mucha más complejidad, matices que no pueden alcanzarse con esos trazos gruesos. Hemos podido saber que las buenas novelas, nunca ofrecen una única lectura. Mas bien expresan la imposibilidad de reducir la variedad de la existencia a modelos binarios, a explicaciones sencillas y tranquilizadoras.
«La literatura y las mariposas son las pasiones más dulces de la humanidad».
Vladimir Nabokov