Ayer, jueves 13 de febrero, en la Casa de Cultura de Aiete, ante casi un centenar de lectoras y lectores, Lola Arrieta impartió un extraordinario curso sobre Vladimir Nabokov y su singular Lolita.
Entre sus múltiples aportaciones sobre la intensa -y peliaguda- vida del polifacético y genial Nabokov, ella tuvo especial interés en destacar la entrevista que le hizo Bernard Pivot en el programa Apostrophes (año 1975)
Bernard Pivot inició Apostrophes ese mismo año, un programa sobre libros más destacados de la novela universal
Lola ya había presentado a Pivot en la pantalla del Centro Cultural en febrero de 2016 (hace justo cuatro años) en una entrevista que Pivot le hizo a Marguerite Yourcenar.
Vladimir Nabokov exigió a Bernard Pivot dos condiciones para acudir a la cita desde la sexta planta de su hotel Montreux Palace, en Montreux, (Suiza) donde residirá con su esposa Vera -clave en la vida y en el trabajo de Vladimir- desde 1961 hasta el final de sus días. (Pivot había ofrecido celebrar la entrevista en el propio hotel)
Nabokov exigía conocer las preguntas -una farsa imposible para un periodista del talento de Pivot- y sustituir el consabido agua para aliviar la garganta, por whisky
Pivot ‘tuvo que pasar por el aro’ dada la eminencia que del autor.
Para la entrevista Nabokov acudió con las respuestas escritas puesto que conocía las preguntas y, aun así, Lola recomendó conectarse al canal de televisión para ver este encuentro que calificó de genial y divertido.
El whisky le fue servido a Vladimir con una tetera ante la conchabanza de los periodistas que asistían a la puesta en escena.
Nabokov apostató de la Lolita encumbrada desde hacía más de una década por el cine y las revistas.
Lola tuvo interés en poner sobre la cuadrada mesa y ante casi 100 personas que la versión de Stanley Kubrick estrenada en 1962, con Sue Lyon de protagonista, se implantó en el imaginario universal como prototipo de la adolescente perversa capaz de enloquecer a un adulto, lejos del original de Nabokov, que insistía en la citada entrevista: “Fuera de la mirada maníaca de Mr. Humbert no hay nínfula. Ese es un aspecto esencial de un libro singular que ha sido falseado por una popularidad artificiosa”.
Esa fue una de las fuentes del debate en la tertulia.
Maribel, psicóloga, afirmaba que Humbert Humbert tiene un perfil de psicópata. Merche subrayaba que quien escribe el libro es el pérfido HH y Lolita una infantil víctima de la depravación de su padastro…
De entre la entrevista de Pivot a Vladimir Nabokov, que duró hora y media, se puede entresacar: “Lolita no es una niña perversa. Es una pobre niña que corrompen(…) Y es muy interesante plantearse, como hacen ustedes los periodistas, el problema de la tonta degradación que el personaje de la nínfula que yo inventé en 1955 ha sufrido entre el gran público. No solo la perversidad de la pobre criatura fue grotescamente exagerada sino el aspecto físico, la edad, todo fue modificado por ilustraciones en publicaciones extranjeras (…). Representan a una joven de contornos opulentos, como se decía antes, con melena rubia, imaginada por idiotas que jamás leyeron el libro”.