Primero ha sido el bidegorri, ahora la campaña de asfaltado y, gracias al menor tráfico, los trabajos se hacen de día para evitar molestias nocturnas a la vecindad
Los operarios han comenzado avanzan progresivamente, por todo el paseo de Aiete, Munto, la parroquia. No sabemos cuántas calles del barrio cubrirán
No todo iban a ser problemas o daños colaterales por la pandemia de coronavirus. El confinamiento ciudadano en los domicilios ha sido aprovechado para realizar en horario diurno estos dos trabajos: Bidegorri y campaña de asfaltado que ya se necesitaba en el paseo; en esta labor, al no haber apenas tráfico, se ha cambiado la programación de hacerlo de noche, para trabajar a la luz del día y así se evitan los ruidos de la maquinaria cuando la vecindad descansa
Las máquinas ocupan uno de los carriles del paseo, mientras la circulación se realiza por el otro lado de la calzada. Los operarios de Excavaciones y Transportes Orsa, adjudicataria de las obras, son los encargados de realizar las tareas de verter el asfalto en caliente y aplanarlo.
El paseo de Aiete corresponde a los trabajos de asfaltado del lote II, consisten en reparaciones de tramos completos de calzada con una longitud mínima de 90 metros lineales.
El término griego ásphaltos derivó en el latín asphaltus y luego en asfalto. La noción hace referencia a la sustancia derivada del proceso de destilación del petróleo que se emplea a modo de revestimiento o pavimento.
El asfalto también puede hallarse en yacimientos naturales, aunque el más usado es aquel que deriva del petróleo. En este segundo caso, se compone de hidrocarburos que no son volátiles y que persisten tras la refinación del petróleo crudo. Muchas veces se lo mezcla con otras sustancias, como la arena, para revestir o pavimentar diferentes superficies.
De consistencia pegajosa y color negro, el asfalto puede expandirse de manera sencilla, tiene buena resistencia al esfuerzo, es adherente y presenta impermeabilidad.