Cuando consigamos poner distancia con este agresivo virus, cuando nos podamos tocar y a través del tacto volvamos a encontrar mensajes ocultos en nuestros cuerpos, cuando podamos darnos un beso y acariciar una mano, cuando reinventemos una normalidad que sea menos visual y más táctil, más fundada en la cercanía entre nosotras y nosotros, en el cuidado a las y los demás, en el abrazo y el beso desinteresados, cuando salgamos a reinventar una normalidad diferente que la que el capitalismo posindustrial y la sociedad de consumo nos han traído, cuando abandonemos este tiempo gris en el que lo más humano nos ha sido vetado, cuando salgamos a pasear sin miedo y sin recelo, pasará por nuestra cabeza que otro mundo es posible, lugar donde el ser humano y la naturaleza sean el centro de nuestras preocupaciones.
Cuando tras siete semanas de reclusión pudimos salir a pasear por el barrio y hacerlo acompañados, la emoción envolvía nuestra vista, nuestro oído, nuestro olfato. Y nos escoltó un día de ensueño, una mañana y una tarde espléndidos.
Pero además una intensa sorpresa nos estaba esperando
Algunas cosas habían cambiado en el paseo de Aiete
El ambulatorio estaba trazado, en vísperas de su puesta en marcha (¡Se hubiera podido sanar la neumonía bilateral cerca de casa!)
Decenas de aietearras salieron ayer en los tres relevos, menos mayores, más mayores y las criaturas: las personas que fueron por el paseo de Aiete -respetando las distancias de fraternidad- vieron además que el bidegorri está muy avanzado. El resultado estético es muy bello, una suerte de culebra roji-gris, que se mueve a lo largo del paseo, desde el ambulatorio hasta el inicio del paseo Orimendi, en las Jesuitinas. [La fase II, de Jesuitinas hasta la rotonda de Erramune, viene a continuación]
Para algunos ciclistas el trazado es demasiado ‘curvo’, la técnica al servicio de la ciudadanía ha sido capaz de convertir las servidumbres del paseo de Aiete, la necesidad, en virtud -y la virtud en arte- (Como lo fue en la Casa de Cultura soterrada, la más bella de la ciudad; o en el propio Ambulatorio construido en una parcela imposible; o en el funicular de Aiete, trepando por rampas como arenas movedizas, una novedad que se extiende a otros barrios altos de la ciudad…)…
Sobre el trazado actual del bidegorri, se adivina que, por las dificultades urbanas, en varios trazos tendrán que convivir bicis y peatones, y eso no convence ni a unos ni a otros…Demos tiempo al tiempo; como la ruina de la pandemia, el éxito del carril bici, depende de nosotros
Salieron a pasear con la satisfacción de que se ha sido responsable y solidario con los congéneres que han arriesgado su salud y su vida, y se encontraron que el barrio no era el mismo que dejaron. Vivieron algo que se repite estos días: no queremos volver a lo de antes, queremos que la vida fluya, queremos ser dueños de nuestro destino
Las obras del ambulatorio y del bidegorri han avanzado mucho porque los obreros han seguido trabajando, asumiendo los riesgos del contagio; ellos también han sido y son objeto de nuestros aplausos, de nuestro reconocimiento
Deambular por la senda que va del ambulatorio hasta Katxola y el teatro de Miramón, y viceversa, es una maravilla.
El trayecto de hoy es un camino en obras, y las obras siempre traen alguna molestia, pero permite al peatón creativo adivinar que, terminados los trabajos, una bella realidad se abrirá a nuestros ojos.
¡Ambulatorio! ¡Bidegorri! ¡Plaza de los manzanos y museo arqueológico! ¡Katxola baserria! ¡Teatro y Miramón Basoa!
… cómo no repetir con Gustavo Adolfo Bécquer: Hoy la tierra y los cielos me sonríen…
Decenas de aietearras salieron ayer en los tres relevos, menos mayores, más mayores y las criaturas; los dos primeros tenían turnos distintos, a uno de ellos les tocó el sol de la mañana, al otro el anochecer, la belleza está en sus ojos y en su cámara de fotos
Ambulatorio (Casi terminado)
Plaza de los manzanos y museo arqueológico (de exposición)
Bidegorri Munto-Jolastoki (Casi terminado)
Bidegorri a la altura del Jolastoki y Matxainene (obras avanzadas)
Bidegorri en el borde de los jardines del palacio de Aiete (Sin empezar)
Bidegorri (zona de Etxadi-Jesuitinas) (obras avanzadas)
Teatro de Miramon (por la mañana y al anochecer)
Katxola Baserria (por la mañana y al anochecer)
Buen trabajo ¡¡
También Lantxabe merece un aplauso
Ver a tantos padres y niños en bici sin estar terminado el bidegorri, daba la pista del cambio que esta sufriendo el barrio, mas que un aplauso merecen una ovacion.