El aietearra Pello Leiñena nuevo director del Archivo Vasco de la Música

Pello Leiñena, ayer en la sede de Eresbil, ante un retrato de José Luis Ansorena. / Arizmendi

El nuevo director de Eresbil, Pello Leiñena, es técnico del archivo musical desde 1991. Compaginó sus estudios con la actividad coral en la Coral San Ignacio y el Orfeón Donostiarra, licenciándose en Musicología por la Universidad de Oviedo. Leiñena pasará a ser el nuevo director el 1 de julio.

Pello es licenciado en Musicología en la Universidad de Oviedo, compaginó sus estudios musicales con la actividad coral en la Coral San Ignacio y en Orfeón Donostiarra, y a lo largo de las casi tres décadas que lleva como técnico en el Archivo Vasco de la Música ha participado activamente en el proceso de modernización de la entidad que fundó en 1974 José Luis Ansorena, fallecido el pasado año. Su predecesor, Jon Bagüés, consideró que la selección de Leiñena en el marco de un concurso público es una prueba del nivel alcanzado por el equipo de Eresbil, «la clave de nuestro trabajo», y el director entrante solo tuvo palabras de agradecimiento y admiración hacia el saliente, con el que ha compartido muchos años de trabajo.

– Desde el punto de vista tecnológico, entre 1991 y 2020 no han pasado veintinueve años, sino toda una era. En el caso de Eresbil usted ha sido uno de los artífices de esa transformación.

Así es. Cuando empecé a trabajar con José Luis Ansorena, y también con Jon Bagüés, en un proyecto que había iniciado la coral Andra Mari de manera voluntaria recopilando partituras, estábamos en los bajos de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, de los Capuchinos, y todo el trabajo se hacía de manera manual. Cuando llegaba una consulta, buscábamos en unos archivadores metálicos y la resolvíamos. Era un trabajo ingente, pero lo recuerdo como un comienzo muy ilusionante. Poco a poco fueron llegando el primer ordenador, la primera base de datos, la web… No obstante, y aunque el usuario no lo vea porque se le facilita el proceso y el acceso al máximo, en lo fundamental el trabajo sigue siendo muy parecido.

– ¿En qué aspectos de la actividad de Eresbil han tenido una mayor influencia la digitalización y las nuevas tecnologías?

Sin duda, en el de la difusión. Si antes nuestro ámbito de difusión y de acción era muy local y se reducía a unas llamadas telefónicas y a algún fax, con las nuevas tecnologías nos hemos abierto al mundo. Cualquier persona puede acceder a nuestros documentos digitales; cualquier investigador se puede acercar a nuestro patrimonio musical; hemos creado webs temáticas dirigidas al público en general; generamos contenidos propios… Esa faceta es fundamental para Eresbil, que nació para proporcionar repertorio de compositores vascos a la programación de Musikaste. Ahora el reto es darlo a conocer fuera, aunque no es fácil colocar nuestro repertorio en las grandes plataformas.

– También en su presentación se refirió a los retos que afronta en la nueva etapa que le toca vivir en Eresbil. ¿Cuáles destacaría?

Desde el planteamiento de continuidad en el que se produce el relevo, y teniendo en cuenta que Eresbil es una entidad muy consolidada, mirando al futuro hay que seguir trabajando en la digitalización y en seguir poniendo en valor nuestra colección. Difundir y dar a conocer el patrimonio musical vasco presente y pasado debe seguir siendo nuestra prioridad, porque esa es nuestra esencia. Creo que también hay que avanzar en proyectos relacionados con la pedagogía, así como mantener y desarrollar las relaciones entre las instituciones culturales del país. Siempre han sido buenas, pero hay que unir fuerzas para sacar más rédito de la gestión.

– Eso puede resultar especialmente importante en los tiempos que corren… De momento, y confiando en que no tenga más repercusiones negativas, ¿cómo ha afectado la pandemia al trabajo de Eresbil? Tal como ha ocurrido en otras webs culturales, ¿han aumentado las visitas?

Todavía no hemos tenido tiempo de hacer un análisis exhaustivo, pero lo que sí hemos hecho ha sido captar muchísimas manifestaciones culturales que se han producido durante el confinamiento. La respuesta musical a la situación que hemos vivido ha sido muy importante, y queríamos que quedara constancia, porque todo lo que se está generando en redes también es patrimonio, aunque es tanta la documentación que se cuela diariamente que resulta muy difícil de rastrear.

– La primera víctima de la pandemia fue Musikaste, que han pospuesto. ¿Mantienen los planes de celebrar la Semana de la Música Vasca en octubre?

Sí, nuestra idea es continuar. Estamos expectantes ante la evolución de la pandemia, de los aforos…, pero creemos que por las características de Musikaste en cuanto a participantes y formatos, que nunca son muy grandes, se puede adaptar bien.

NEREA AZURMENDI

Diario Vasco

Viernes, 26 junio 2020

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