Resulta profundamente enigmático que tres meses después del estreno del bidegorri siga todavía sin resolver la chapuza de la estrecha franja que nadie se atreve a llamar bidegorri, y que es objeto de chanzas (los que no quieren bidegorri, ni calmado de tráfico en el paseo de Aiete), o disgusto (los que tienen ilusión en que el uso de la bicicleta en el barrio se normalice y el carril bici se utilice masivamente)
El Departamento de Movilidad es famoso en la ciudad por su obstinación. Si su concejal delegado o delegada hiciera lo mismo que ha hecho el de mantenimiento urbano con los contenedores de Borroto 20 y se desplazara al paseo de Aiete, entre el Jolastoki y la puerta principal del palacio, vería con sus propios ojos que la citada banda roja no es un carril para la circulación de las bicis, es más, no pueden pasar por allí tampoco los peatones, porque la maleza se les echa encima
No hay que más que ver la representación gráfica que se reproduce más arriba
“El mejor escribano echa un borrón”, cierto, no nos cansaremos de decir que la obra del bidegorri merece un sobresaliente, pero esa chafarrinada es desoladora.
El propio bidegorri ha resuelto el problema de convivencia entre peatones y ciclistas en otros tramos del trazado como podemos observar en el ejemplo gráfico de más abajo
Baltasar
Referente a la chapuza del bidegorri.
Contundente el final del comentario,lo comporto ,es inadmisible el como responde el Ayuntamiento a la ciudadanía en general y en temas de M.U. de los barrios.
Siempre con falta de claridad, eludiendo la respuesta ,saliendo del paso para quitarse el asunto y en otros casos hacerlo de manera mendaz.
Lo que el autor llama enigmático, el lector lo interpreta como servidumbre ¿A quién? ¿A las villas de la calle Mendialai? ¿A los fantasmas que habitan el palacio de Aiete? ¿A otros más poderosos que han terminado por anular el paso elevado de peatones a la entrada principal a los jardines?
Lo cierto es que la acera de rojo y gris, sucia como mil demonios, está siendo invadida por la maleza desde la bajada a Bera-Bera hasta el Jolastoki. Los esfuerzos porque se acerque por ahí espacios púbicos y pode las ramas son en vano. El ayuntamiento dice que son cosa de la villas, las villas no se responsabilizan y la gente que pasa por esa zona lo sufre
Cuando llegue el otoño, a la tarde-noche será peor porque entonces se caminará a oscuras