El pasado jueves dio comienzo el Ciclo de Literatura y Cine de Aiete titulado Musika gure laguna (‘A la Música’), dedicado a novelas y películas en las que la composición juega un papel protagonista.
Lola Arrieta, dinamizadora de estos ciclos, propuso empezar por ‘El Malogrado’ de Thomas Bernhard y, según las personas asistentes, fue una excelente elección.
Lola mostró cómo la novela, elegida para la tertulia, era pura partitura; si en el origen titulamos estos ciclos como de ‘literatura llevada al cine’, con ‘El Malogrado’, hemos vivido la música traspuesta a la novela.
‘El Malogrado’ es una suma de pensamientos que se repiten constantemente a través de una estructura semántica (el “pensé” se convierte en sempiterno), la cacofonía, y una retórica en ‘espiral’, dan vueltas y vueltas alrededor de una idea o concepto, como hace los compositores en los leitmotiv; destaca el dramático efecto que produjo en Wertheimer haber escuchado a Glenn Gould tocar Las Variaciones Goldberg, una actuación tan magistral en el Mozarteum de Salzburgo, tan superior, que acaba con él.
Lola, como antecedente, que no copia, de ‘El Malogrado’ citó la pieza teatral en verso de Pushkin titulada Mozart y Salieri y su referencia más conocida, la cinematográfica, “Amadeus”. En también una obra a tres; Antonio Salieri, absorto en su monólogo, reflexiona en torno a la justicia. Otro hombre, llamado Mozart, acude a él para enseñarle una fruslería que Salieri juzga como obra de un dios. Y el narrador es Pushkin
Thomas Bernhard nos estaba esperando en el aseado y acogedor salón de actos de la Casa de Cultura
Hacía algo más de 30 años que había fallecido, y los perros molosos que guardan el palacio de Aiete parecían mantener el sollozo por su desaparición.
En la velada del jueves, Lola extasió a las personas asistentes desgranando la vida del autor con intensos y documentados detalles -incluyendo su proyección en pantalla-
“Bernhard murió en su piso de Lerchenfeldgasse, en Gmunden, el 12 de febrero, de 1989
Falleció recién cumplidos lo 58 años, pues había nacido el 9 de febrero de 1931 en Heerlen (Paises Bajos).
Thomas Bernhard vivió media vida en los hospitales
Ya en 1948, a consecuencia, quizás, de las penurias de las postguerra, enferma gravemente de pleuresía y es llevado primero al hospital de Salzburgo y luego a la casa de salud de GroBgmain.
En 1967, el año que publica Trastorno, se somete en Viena a una grave operación de pulmón y pasa un tiempo hospitalizado.
En 1978, el año de ‘El aliento’, ingresa en en un hospital de Wels, Austria, a causa de una sarcoidosis pulmonar.
En 1988, cuando se estrena en Viena con gran escándalo, Heldenplatz, sufre un serio ataque cardíaco se traslada a Torremolinos con su hermana Susanne Kuhn. Al empeorar, regresa a Austria acompañado por su hermano, el doctor Peter Fabjian. Y fallece poco después”.
Se dice que, cuando un autor muere, atraviesa un período de ausencia, hasta que, tras algunos años, vuelve a ocupar el puesto que realmente le corresponde en la literatura mundial. Bernhard goza hoy en Austria del prestigio de ser considerado como el escritor austríaco por excelencia, aunque durante su vida la relación con su país de origen hubiera sido muy tensa
Lola destacó que es el tercer autor austriaco que hemos tenido en la tertulia de Aiete
El primero fue Stefan Zweig, que centró la tertulia sobre la preciosa ‘Carta de una desconocida’ (9 de noviembre de 2006, en el marco del primer ciclo literario). Se reunió en el Topaleku, antes de su hermosa reforma.
El segundo, Robert Musil, que enseñaba ingeniería mientras escribía su primera novela Las tribulaciones del estudiante Törless, una dura descripción de la vida de adolescentes en un colegio militar. La tertulia también se reunió en el Topaleku, esta vez ya reformado, el 7 de octubre de 2010 (con el ciclo siguiente, inicio del 2011, se inauguraba la Casa de Cultura)
Volviendo a Bernhard, la presentadora explicaba que se mantuvo muy unido a su abuelo, un hombre de ideas libertariasy que fue su principal mentor
Y tuvo una relación constante con Hedwig Stavianicek, una mujer 37 años mayor que él, que conoció en 1950 y con la que compartió su vida.
En la última década de su existencia, publica El sobrino de Wittgenstein (1982), El malogrado (1983), Tala (1984).
Este año muere Hedwig Stavianicek con la que compartiría el panteón cinco años después.
Lola destacó la dramaturgia como una faceta esencial de su obra, poco conocida en España, aunque en 1987 se representó La fuerza de la costumbre en El Teatro Español de Madrid
Sin embargo en Austria su faceta de autor teatral se valora mucho. Desde su estreno en 1986, Ritter, Dene, Voss sigue representándose periódicamente en Viena a teatro lleno, por los mismos actores que dieron nombre a la obra: Ilse Ritter, Kirsten Dene y Gert Voss. El teatro de Bernhard, en general, sigue reinando en Viena.
Thomas Bernhard era también un humorista (el Autor caprichoso, de El imitador de voces)
Es muy grande la influencia que Bernhard tiene en el mundo literario, Félix de Azúa, Juan Benet, Javier Marías, Vicente Molina Foix, José María Guelbenzu, en España, pero se podían citar otros en Sudamérica, Centro Europa, etc.
Para las personas de la tertulia la experiencia de haber leído El Malogrado y escuchar la presentación de obra y autor por parte de Lola Arrieta, ha sido una experiencia muy agradable y provechosa; las asistentes -sólo había dos hombres- han vivido con placer el estilo oscuro, misántropo, envidioso, frívolo, nihilista y cómico de Thomas Bernhard.
La historia aparentemente es muy simple: tres amigos excéntricos aspiran a ser pianistas de élite (o artistas del piano como dice el narrador que hay que llamarlos) sin embargo hay uno, Glenn Gould, tan superior, tan magistral que desmoraliza a los otros dos, sobre todo a Wertheimer que acaba suicidándose. El narrador protagonista viaja entonces hasta Austria (país en decadencia total según él) donde asiste al entierro de su amigo. Para ello se hospeda en un mesón desde donde cuenta toda la historia a través de unos pensamientos transmitidos a través de un monólogo que dura cien páginas de ciento cuarenta y seis que tiene el libro; en estas el narrador interactúa brevemente con la patrona del mesón y con el guarda del pabellón de caza propiedad de su difunto amigo Wertheimer. Y nadie más -destacó la conferenciante-
Un personaje singular es el mismo Glenn Gould, un artista del piano que además existió en vida, un virtuoso, un genio, tan bueno, tan superior que anuló a todos los que lo rodeaban. Thomas Bernhard nos presenta a un Gould de ficción, que al día siguiente fue reconocido en el magistral documental `las Variaciones de Gould’, de la mano del maestro-director Sergio Pedrouso (Asunto que dejamos para mañana)
Junto a los tres amigos, aparece también el profesor Horowitz y la sufridora hermana de Wertheimer
Wertheimer, es un personaje destinado a la desgracia, al pesimismo, el propio Gould lo bautiza como El Malogrado nada más conocerlo en esta historia. Una historia que a pesar de poseer personajes reales como Gould o Horowitz, se trata de una obra ficticia: Wertheimer no existió y Gould tampoco fue alumno de Horowitz
El Malogrado es un libro perfectamente traducido. Lola nos informó y presentó en pantalla a Miguel Sáenz, magnífico intérprete en castellano de la obra de Thomas Bernhard