Hoy, en el 76 aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi Auschwitz, se pensaba inaugurar el monumento a las víctimas del Holocausto. El lugar reservado para la obra se sitúa en las campas de la trasera del palacio, sobre la soterrada Casa de Cultura
Su colocación, en una perspectiva que tapa parte del palacio, ha sido motivo de impugnación por la diputación y los trabajos están paralizados
En el concurso de ideas se redactó que la escultura tuviera en cuenta el crecido castaño en recuerdo de Anna Frank
Hoy hace 76 años de la liberación de Auschwitz por el Ejército Soviético.
«La gente estaba exhausta, ni siquiera la sonrisa aparecía en sus rostros, no podían sonreír. Solo podíamos entender por la luz de sus ojos que sabían que la paz había llegado, que la libertad había llegado, y que el infierno que vivían había terminado»
‘SI ESTO ES UN HOMBRE’, de PRIMO LEVI, el texto íntegro del libro publicado en pdf, es la consulta más seguida en esta página web.
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Primo Levi nos acompaña todos los años, siempre tenemos un motivo para recordarlo en estas páginas, y hoy hemos querido reproducir algunos de sus aleccionadores textos en castellano y en euskera
El 27 de enero de 1945 el Ejército Rojo liberaba a las cerca de 7.600 personas que se encontraban recluidas en el campo de exterminio nazi de Auschwitz.
En esa auténtica fábrica de muerte, formada por tres campos de concentración y exterminio y hasta 45 campos de trabajos forzados, se calcula fueron recluidas hasta 1.300.000 personas, de las cuales más de un millón fueron asesinadas bajo supervisión del jerarca nazi Henrich Himmler y dirección de los oficiales de las SS Rudolf Höss, Arthur Liebehenschel y Richard Baer.
Las personas que allí fueron recluidas, obligadas a trabajar hasta la extenuación y asesinadas por los nazis en este campo, eran mayoritariamente judías, aunque también había presos y presas comunistas, socialistas, personas de étnia gitana, polacos y polacas, presos de guerra soviéticos y disidentes políticos del régimen nazi.
No podemos olvidar a los mártires del terror nazi ni podemos perdonar a los verdugos ni a sus cómplices ni a los que hoy día se consideran sus herederos.
La estatua de Aiete sin acabar, está dedicada a las víctimas donostiarras del Holocausto. Ellas y las republicanas vascas, y españolas en general, fueron sacrificadas por partida doble; a la caída del imperio nazi, no le siguió la de la dictadura franquista, y fueron condenadas al olvido y el secreto hasta la muerte del dictador