…Y Marcial encontró el ambulatorio

“Los dioses habían condenado a Sísifo a transportar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Pensaron, con algún fundamento, que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza”

-Albert Camus-

Con fecha 8 de enero pasado, Marcial recibió una carta en su domicilio, llevaba el membrete de Osakidetza y se le anunciaba que “hemos procedido a asignarle un médico/pediatra y enfermera en el centro de salud de Aiete”. La recibió el miércoles 13 y el jueves 14 se presentó en el centro de salud

15 años habían pasado desde aquella reunión con la gerente de Osakidetza celebrada en el ambulatorio de Gros. Los archivos no recogen los nombre de la delegación, pero seguro que estaban Olatz Olano, por el Servicio Vasco de Salud, y Marcial Otegui por la Junta Directiva de Lantxabe

Habían pasado 15 años, más de 164 meses, 728 semanas y más de 5.110 días.

Marcial no contaba los días, ni tampoco las semanas y, quizás, tampoco los meses, pero no ha habido -desde entonces- una reunión de Lantxabe -una vez cada 15 días- que no recordara que ‘el ambulatorio es la primera prioridad’ y no ha dudado en saltarse el guion -orden del día acordado- cada vez que nos reuníamos con un alcalde (Elorza, Izagirre, Goia), en el ayuntamiento, en cualquier otro lugar o si asistían como invitados a las fiestas del barrio o a Katxola.

Pero Marcial no sufrió el ‘castigo de Sísifo’ hasta sus últimas consecuencias, porque no perdió la esperanza

Sus amigos, su familia, sus conocidos, han sido dichosos con él ¡Marcial ya tiene Centro de Salud en el barrio!

¡Un brindis por Marcial!

¡Un brindis por los cientos, quizás miles de personas, que son hoy más dichosos que ayer, que hoy se sienten más protegidos que ayer!

(El próximo 14 de julio, día de la república francesa, Marcial cumplirá 92 años)