Todos los meses -jueves de la primera o segunda semana-, se reúne la tertulia de Aiete.
Esta semana la novela elegida por Lola Arrieta fue La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne
Y la ponente, como nos tiene acostumbrados, antes de entrar en la deconstrucción de la novela, presentó el ambiente en el que se desarrolla el relato, y, en esta ocasión, quiso destacar el momento histórico y el paisaje geográfico.
Lola nos presentó la América ‘primigenia’, fue hasta el fondo en el nacimiento de ese gran país; de su prodigiosa charla ‘descubrimos América’.
La novela está escrita en 1849, publicada en 1850, enmarcada veinte años después de que los llamados Padres Peregrinos, -a bordo del Mayflower (cuadro de más abajo)- llegaran al sureste de la actual Boston (año 1620).
La oradora, pues, dedicó la primera hora de la tertulia a detallar el contexto histórico y el clima religioso-espiritual en el que se desarrolla el relato, y así comprenderlo mejor.
Lo hizo, como otras veces, con abundancia de recursos gráficos; sus explicaciones geográficas e históricas, tienen una importancia más que notable en el desenvolvimiento de los hechos básicos de La letra escarlata y en la evolución de los personajes de la novela.
Al principio de su presentación, Lola describió el arco cronológico y el lugar geográfico en el que suceden los hechos descritos en el relato: Suceden entre 1642 y 1649, en Boston, colonia de Massachusetts -de los pocos nombres de origen autóctono que se conservan- y una de las trece que formaban la Nueva Inglaterra, de Norte a Sur, en la orilla del Atlático.
Cuando llegaron los Padres Peregrinos a la costa este de América, atravesando el Atlántico a bordo del Mayflower, fundaron New Plymouth. [Plymouth fue su lugar de partida en el suroeste de Inglaterra].
Ver nota final
La playa de desembarco está situada junto al cabo Cod, –Cape Cod en el plano de abajo– al sureste de la actual Boston, en lo que sería territorio de la colonia de Massachusetts. En la primavera de 1630 se fundó Boston”.
Detalló que los 102 integrantes del Mayflower -mostraba el famoso cuadro de más arriba- eran una rama de los calvinistas ingleses que se negaron a reconocer la supremacía eclesiástica del rey Jacobo I Estuardo, (hijo de María Estuardo, reina de Escocia), y quisieron establecer su propia Iglesia.
Aquellos puritanos ingleses fueron objeto de una auténtica persecución en su isla de origen, entre 1628 y 1640, lo que impulsó la emigración hacia las colonias de la costa este de lo que serían después los Estados Unidos. (La presentadora citó que emigraron unas veinte mil personas)
Otro punto que desarrolló la conferenciante fue que desde muy pronto surgió el ‘autogobierno’ en las colonias. La primera carta constitucional se redactó en Virginia en 1619, y con ella se pretendía que los colonos gozasen del sistema de libertades por el que durante tanto tiempo se había luchado en Inglaterra. Inmediatamente después llegó el sistema representativo a la Bahía de Massachusetts, y, por lo tanto, a Boston. Pero con una importante y decisiva peculiaridad: que, desde el otoño de 1630, los nuevos miembros admitidos en el cuerpo político de gobierno de la colonia debían necesariamente formar parte de alguna de las Iglesias establecidas dentro de los límites de ese cuerpo político. En la práctica, esto se traducía en el establecimiento de una Iglesia-Estado. La concentración de los poderes judiciales y legislativos en manos del gobernador de la Bahía de Massachusetts, de sus asistentes y de los pastores protestantes, supuso la creación de una pequeña oligarquía en la colonia. Durante medio siglo, la colonia de la Bahía de Massachusetts continuó siendo una república puritana, gobernada por sus propios legisladores. La historia narrada por Hawthorne entra de lleno en ese periodo de la colonia entendida como república puritana. Algunas personalidades en la Letra Escarlata, como el gobernador, son personajes reales.
Así, mientras que en Virginia y en otras de las 13 colonias, constituyeron «una Iglesia sin papa y un Estado sin rey», que es el germen de los Estados Unidos de Norteamérica; en cambio, en Massachusetts, la Iglesia puritana se identificó en gran medida durante décadas con el Estado, ejerció un fuerte control sobre el Gobierno, y, de hecho, mantuvo mucho tiempo una suerte de despotismo eclesiástico. Los puritanos no eran religiosos radicales; eran religiosos conservadores
Esa idea ‘puritana’ triunfa pues en Massachusetts, -territorio del relato- y eso significa que estas cuatro condiciones, que describió Lola, determinan el ambiente de la novela
Primera, para que un hombre pudiese votar o desempeñar un cargo en la administración de la colonia, debía necesariamente ser miembro de la Iglesia puritana.
Segunda, resultaba obligatorio asistir a los oficios religiosos
Tercera, ninguna orden religiosa -ni ideología- discrepaste podía establecerse en todo el territorio de Massachusetts.
Cuarta, el Estado debía contribuir al mantenimiento económico de la Iglesia puritana, de tal modo que tanto el Estado como los jefes de la Iglesia, actuaban juntos cuando se trataba de castigar una infracción de la disciplina moral y eclesiástica -Como en el caso de la sentencia contra Hester Prynne-
La novela tiene como uno de sus principales propósitos denunciar el fanatismo religioso de la sociedad puritana en Massachusetts. Sobre los habitantes de esta colonia de Nueva Inglaterra, afirma el narrador, que «estos pequeños puritanos [pertenecían] a la generación más intolerante que jamás haya pisado la tierra». Cuando en el año 1629, los puritanos fundaron Salem, la segunda ciudad de Massachusetts, después de New Plymouth, olvidaron las persecuciones de que habían sido objeto en su patria y se manifestaron intolerantes respecto de cuantos profesaban principios religiosos distintos de los suyos
Para abrir la puerta a personalidades con otra mentalidad menos opresora, Lola citó a Roger Williams. En Massachusetts, en 1631, la comunidad de Salem lo eligió como su pastor, pero las ideas tolerantes en cuestiones religiosas de Williams terminarían convirtiéndolo en un proscrito y un perseguido. Tuvo que abandonar Salem, y, en 1636, junto con otros seguidores, fundó la ciudad de Providence, que se convertiría en un refugio para aquellos que sufrieran persecución religiosa en los territorios colindantes.
Roger Williams era partidario de la separación de la Iglesia y del Estado, y reclamó, además, una absoluta libertad religiosa, no sólo para todos los cristianos, sino también para los judíos, turcos y paganos, los cuales debían tener en el Estado iguales derechos civiles y políticos que los creyentes. La conciencia del hombre pertenece a él mismo, no al Estado
La opinión de Nathaniel Hawthorne acerca de las convulsiones revolucionarias toma cuerpo en ‘la figura del narrador de la novela’, cuando este compara irónicamente el carácter del patíbulo en el que fue expuesta Hester Prynne, con el papel de la guillotina entre los terroristas de Francia (cap. 2).
La ventaja de la Revolución que dio lugar a Estados Unidos fue el haber tenido como modelo a Charles Louis de Secondat, barón de la Brède y de Montesquieu, es decir, el principio de la división de poderes; mientras que la Revolución francesa tuvo como modelo a Jean-Jacques Rousseau, y su volonté générale, que está inserta en un modelo cargado de utopía y en una sociedad no escindida en grupos con intereses antagónicos. De ahí el carácter mucho más violento de la Revolución francesa.
La novela ambientada en este contexto histórico, tan bien conocido por Hawthorne, indaga de modo muy penetrante en el concepto de pecado, en la conciencia de culpa y en los efectos que el fanatismo religioso puede tener en las comunidades humanas y en los individuos concretos. Y se centra en el carácter, el temperamento y la estructura anímica de los tres principales protagonistas de la obra, Hester Prynne, Arthur Dimmesdale y Roger Chillingworth, aunque también hará especiales referencias a Pearl, la hija de Hester.
El desarrollo de este capitulo ocupó la segunda hora de la tertulia y da para una posterior ‘crónica’
Nota al final
Hace 10 años, algunas tertulianas y tertulianos de estos ciclos, hicieron el viaje cultural de ‘fin de curso’ titulado “De Canterbury a Cornualles: Una mirada al sur de Inglaterra”. La etapa final 14, 15 de junio de 2012, fue en Plymouth, ciudad hermanada con Donostia. Vivimos in situ el lugar del puerto de Plymouth de dónde partió el Mayflower a ‘la conquista de América’. [La expedición donostiarra también tomó el barco en Plymouth, pero era de regreso, para llegar a Santander].