El bosque que une Aiete con Morlans y Amara está lleno de escombros.
Los negra suciedad son los restos del desalojo de una comunidad nómada que se había asentado en la zona. Estos residuos, por incómodos e insalubres, deben tener prioridad como limpieza urgente.
Se llega hasta esta zona por un sendero que se toma a la derecha del ascensor inclinado de Aiete y del nuevo bidegorri. El acceso al bosquecillo de Arbaizenea se puede realizar a partir de árboles y plantas. No es el único acceso, pero sí el que se suele utilizar. Allí había un campamento nómada que el ayuntamiento ha desalojado -se suele volver a ocupar- pero los escombros se han quedado ahí. Hace un par de años desde estas páginas un vecino informaba de la situación
En los límites de este zona abandonada crece la urbanización Arbaizenea Berri que según se anuncia es ‘un proyecto residencial compuesto por chalets, jardín privado y dos plazas de garaje’ y que ‘asegura garantizar la sostenibilidad y la ecología de todos los procedimientos de construcción y que tiene una ubicación privilegiada a escasos minutos andando del Centro de Donostia’. Pero más cerca tiene ese contorno escombrado. Ni ayuntamiento, ni urbanización, parecen muy interesados en limpiar la suciedad y los detritos abandonados.
A raíz de la información-denuncia del vecino, Lantxabe se puso en contacto con los servicios municipales, conocían el asunto, aunque daban por hecho que los nómadas volverían al lugar y que, más o menos, no había remedio, volvería a hacerse porquería.
En video se ve una erreka, la voz en off describe que ‘Fue sobre este arroyo sobre el que San Sebastián hizo su primera aportación de agua en 1609, y todavía quedan en él restos de valor histórico, como una caseta con una fuente en su interior. La placa superior de esta caseta se ha roto y nos parece que urge su reparación’. Añade, entre otras reflexiones, que hay que «activar cuanto antes» el plan de adecentamiento de la zona; que es urgente poner en marcha este y otros proyectos que pongan en valor el bosque de Arbaizenea. «De hecho, este bosque está perdiendo en muy poco tiempo grandes terrenos debido a diversos proyectos (derribo del caserío Txanpuene y construcción de chalets, etc.)”.
El parque de Arbaizenea es un pulmón para San Sebastián y una zona de esparcimiento para los vecinos de Aiete, Morlans y Amara, además de un rico patrimonio cultural y medioambiental que hay que conservar
Lantxabe apoya esta petición; votó a favor de la iniciativa de Morlanstarrak, en el proceso de presupuestos participativos de 2018, en el se pedía un proyecto de protección del bosque de Arbaizenea. (En Lantxabe es Miguel Tellería, vecino de la zona, quien mantiene el empeño).
La propuesta para su votación llevaba el n.º 0062
El título “Arbaizenea, un bosque para la ciudad y para el barrio de morlans”, [para el barrio de Aiete incluido]
Obtuvo 415 votos, de toda la ciudadanía donostiarra, de las más votadas
Los técnicos municipales calcularon un presupuesto de 12.000 €
La propuesta está todavía en la web municipal y era la siguiente:
- retirada de residuos
- catalogación de árboles y especies y su protección.
- señalitica y colocacion de cajas nidos para las diversas especies
- catalogación de restos arqueológicos y su protección y señalitica con sendero por conocimiento de estos restos
- proyecto de ruta por el bosque para uso y disfrute de los vecinos y vecinas de Morlans [Aiete añadimos nosotros] y de San Sebastián.
- fomentar mediante charlas y paseos la interconexión del vecindario con sus valores para mayor conocimiento y protección
Se nombró´como departamento responsable a la dirección de Medio Ambiente y el ayuntamiento se comprometió a llevar a cabo el proyecto, porque “se consideraba una propuesta muy interesante el proteger la mancha verde que ha quedado como parte importante de los corredores ecológicos del municipio”
Ana Urrestarazu, miembro de la asociación de vecinos Morlanstarrak, nos dice en Hitza: “Después de tres años largos el ayuntamiento no ha puesto en marcha el proyecto. La situación del bosque ha empeorado, parte del patrimonio se ha deteriorado o desaparecido y no se ha puesto ninguna solución para atajar esta tendencia«
La misma queja viene de Lantxabe
(Se aprobó por los técnicos municipales la propuesta [0046 elaboración de un proyecto de extensión del bidegorri desde el centro de salud hasta ‘la cumbre’] y el departamento de movilidad, tres años después, sigue sin convocar a la organización proponente. Son dos torpedos en la línea de flotación de los presupuestos participativos, en su credibilidad)
En el bosque había más de una cabaña y servían para canalizar el agua. Sin embargo, cuando construyeron las lujosas viviendas de Arbaizenea dejaron una sola caseta. La placa superior de esta caseta se ha roto y urge su reparación.
Nota informativa complementaria
El bosque de Arbaizenea fue vendido por la familia Alba al Ayuntamiento de San Sebastián en 1997. El ayuntamiento tiene previsto construir desde entonces el parque Txanpon Enea en la zona de diez hectáreas que está en manos municipales: una zona verde con acceso desde Morlans, Amara y Aiete. En la zona sobre el bosque, se han construido viviendas de lujo en la calle José Olaizola y se iniciará una nueva promoción donde se encontraba el caserío Txanpuene. Sobre el proyecto de parque Txanpon Enea seguimos sin noticias.
Más allá del proyecto del parque, el ayuntamiento tiene sobre la mesa un plan para adecentar el bosque. «Existe un proyecto, redactado por la empresa Lur Paisajistak [la misma de Iñigo Segurola que nos ayudó en la recuperación del Bosque de Miramon] para poner en orden esos vestigios históricos que actualmente no cuentan con ningún tipo de protección legal o funcional. Pero el ayuntamiento no la ha activado», explica Eguzki.
Dan por hecho que el campamento nomada se volvera a ocupar ilegalmente, dan por hecho que para recuperar los terrenos ocupados ilegalmente por vecinos que nos impiden ampliar aceras, bidegorris etc. tendriamos que denunciar los vecinos, deberiamos dar por hecho que no cumplen con su cometido y que nos sobran, vaya administracion.
Lo del basurero incontrolado es una auténtica vergüenza en términos no solo de ecologismo sino de salubridad.
Lo de la postura nihilista por parte del Consistorio municipal en base a la probable nueva ocupación del campamento nómada suena a cachondeo y burla, no solo a los vecinos de la zona sino a toda la ciudadanía donostiarra.
No sé en qué andan pensando para, de una vez por todas, adecentar mínimamente todo este entorno. Además de gastar el dinero en obras faraónicas como el Metro donde se multiplica el precio del proyecto primitivo, deberían en primer lugar poner en orden asuntos básicos y de muchísimo menos coste para los ciudadanos