Con el cambio de concesión, el 1 de julio, Garayar dejó de prestar sus servicios entre Hernani, Aiete y Donostia. También se renovó el servicio de Lurraldebus entre Tolosa, Hernani, Astigarraga y Donostia.
“Caos», es la palabra que más están repitiendo conductores, vecindad de Aiete, el sindicato LAB y muchos de los usuarios, con ocasión de estos cambios; tanto los viajeros de la línea Hernani-Aiete-Donostia, como los de Tolosa, Hernani, Astigarraga y Donostia.
Desde el 1 de julio estas líneas ya no están gestionadas por las compañías Garayar, Areizaga y TSST, sino por la empresa TBH, integrada por Transitia y Alsa.
La Diputación ha impuesto su plan sin contrastar con los ayuntamientos
En el caso de los trabajadores, el responsable de LAB dice que se ha garantizado que siga el mismo grupo de trabajo. «Pero es muy deficiente el servicio» y ha responsabilizado de ello a la Diputación. Ni la nueva empresa TBH que presta el servicio sabía qué hacer; repartió los horarios a los trabajadores el 30 de junio.
Los usuarios están perdidos. Antes tenían el autobús cada cuarto de hora en Hernani, en Aiete, en Oquendo (Donostia). En Aiete, se cruzaban, el que iba en dirección Hernani, con el que lo hacía en dirección Donostia. Ahora, en cambio, es imposible saber qué autobús hay en cada momento.
En la estación de autobuses Oquendo de Donostia no hay un panel informativo. La Diputación afirma que la gestión de toda la información de los paneles corresponde a los ayuntamientos
Ayer publicamos una carta de de denuncia Marta Parra [colas enormes en la estación de autobuses de Oquendo]. Los que pueden se van al Dbus 19, en la plaza de Gipuzkoa; otros cogen un taxi y otros, los que viven más cerca de Hernani, decidir no venir a Donostia. Los ciudadanos están perdidos e indignados. No existe ninguna certeza. El servicio ha ido a peor, a mucho peor. Todavía no se sabe el horario. Hay veces que hay que esperar una hora al autobús: Llegar a la estación y esperar, porque no hay información, ni ninguna seguridad sobre cuándo llegará el autobús.
El clamor es que «Que pongan los horarios de antes porque es incomprensible este cambio». [Y que los conductores de autobús no tienen ninguna culpa. «Están quemados ellos también»]. “Antes teníamos el autobús G1 cada quince minutos y ahora, cuando se acabe el caos, cada veinte minutos o cada media hora”.
Basada en una información de Unai Zubeldia en
2021, uztailak 09