La ciudadanía hace entrar en razón a la Diputación

El «Yes, we can!», “Sí se puede”, que popularizó Barack Obama durante las primarias del Partido Demócrata por Illinois en 2004 -y que hizo suyo el 15M- ha vuelto a funcionar, y la “todopoderosa” Gipuzkoako Foru Aldundiaren, entidad insensible a las reclamaciones de la ciudadanía, se reunirá con los consistorios de Andoain, Astigarraga [su alcalde lo había solicitado], Hernani, Lasarte-Oria, [¿participará el de San Sebastián ?], y se cita también con la nueva empresa concesionaria, una UTT formada por Alsa y la vizcaína Transitia.

Con el menosprecio a la ciudadanía, [la que utiliza el trasporte público entre las localidades que habita y el centro de Donostia] a la Diputación le ha salido el tiro por la culata. Y si aprovechando la concesión, se quería quitar lo bueno de casa, para dar el servicio a empresas extrañas que especulan a base de ‘bajas’, recortando la calidad de los servicios, el resaltado ha sido un caos que está durando más de una semana, y que sólo conociendo y soportando la prepotencia de la Diputación y la indiferencia de la empresa concesionaria a los quebrantos que ocasiona su futilidad -segura de sus protectores-, pueden explicar.

Los usuarios reclaman que los servicios públicos no deben ser regidos por el ánimo de lucro [‘es el mercado, amigo’]; que los derechos ciudadanos deben ir a mejor y no a peor y, por tanto, no se pueden reducir frecuencias; la gente ve más allá del verano a ver como se arreglan las familias cuando empiecen los colegios de Aiete” dicen; trabajadores y trabajadoras que vuelven a casa al medio día; algo tan elemental como que las salidas y llegadas a Donosti y Hernani no coincidan entre el nuevo Lurraldebus y el 19 o 31 de Dbus. Su frivolidad les ciega compaginar el horario de las dos líneas de autobús

La presión y el descontento ciudadano ha empujado a la Diputación a reunirse con los consistorios de Andoain, Astigarraga, Hernani, y no sabemos si también con el de Donostia. El compromiso del consistorio donostiarra es vital para que la nueva empresa tome partido por los usuarios, vuelva a dejar el servicio como antes, recuperar la frecuencia de 15 minutos y que los cambios sirvan para mejorar la linea Donostia-Aiete-Hernani.

Como un reloj, el G! pasada cada 15 mn por Aiete

Las mejoras se implementan sobre lo que ya funciona, no hacen falta gurús que lo cambian todo para hacernos comulgar con ruedas de molino” se oye comentar en las paradas. Son las consecuencias de meter con calzador empresas que se mueven sólo con la ley del beneficio, pero que desconocen la zona y las necesidades del servicio. Algo tiene que ver ‘el cómo se ha llevado el proceso de adjudicación del servicio’

En pleno siglo XXI, el planteamiento integral, es el de mejorar la calidad de vida del vecindario, empatizando más con los sectores más necesitados, también en el transporte colectivo. La Diputación debería saber que los autobuses, en su mayoría, los utilizan trabajadores, personas mayores, mujeres y chavales.

Mal empieza la rectificación de la Diputación Foral si antes de estas reuniones ‘de urgencia’ echa la culpa al empedrado’ como que el caos es por el inicio de vacaciones de los conductores habituales de la línea, o por la existencia de obras en algunos municipios, o por el retraso en la comunicación a la ciudadanía de los nuevos horarios que es culpa de las “marquesinas municipales”. O que la diputada de Movilidad agradezca la paciencia de la ciudadanía. Eso va de suyo, se sabe la proverbial paciencia de la ciudadanía guipuzcoana

Banan, banan “Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? «¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?»

Es de temer que Diputación-Catilina sepa que puede seguir abusando; es de temer que sus ‘representantes electos’ piensen que es cuestión de tiempo ‘amansar la indignación’ para seguir demoliendo el sector público, en este caso, el del trasporte

3 comentarios en “La ciudadanía hace entrar en razón a la Diputación”

  1. No hacerse ilusiones, van a lo suyo exclusivamente, son todo intereses y los demás no les importamos nada, y como luego ganan tenemos lo que nos merecemos, ¡qué impotencia!.

  2. Mi mujer estuvo casi una hora esperando al autobús. No les importamos nada!!! Me dijo que no venía el bus, que no venía el siguiente, el de después tampoco. Y de repente 3 seguidos, y a unas horas… Lo han hecho con nocturnidad y alevosía además. Sin información. Ni los chóferes sabían a qué atenerse, víctimas también del despropósito.
    Victor, a esta clase política habría que sacarla a gorrazos de las instituciones.

  3. Reunión con los consistorios y con la nueva empresa concesionaria…A buenas horas mangas verdes, después de todo el mal que han causado

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