Luis de Pablo estaba unido sentimentalmente al barrio de Aiete.
Presentó el cineforum del ciclo de literatura y cine de Aiete; era el 5 de octubre del 2012, con la película ‘La Busca’ de Angelino Font. Pablo es el autor de su ‘Banda Sonora’
Cuando se le preguntó la razón de componer ‘bandas sonoras’ tan aparentemente lejanas a su obra musical, él nos dijo que ‘El cine le reportaba un buen medio de vida’. Además de esta para Angelino Font, compuso bandas sonoras para directores como Carlos Saura, Víctor Erice, de quien hace la música para El espíritu de la Colmena, Francisco Regueiro o Manuel Gutiérrez Aragón, entre otros.
Luis era el compañero de Marta Cárdenas, nuestra pintora de Mamelena. Tienen su residencia, durante el verano, en Aiete, en la plaza Otxanda, próxima a la que fue villa Mamelena-caserío Olabene, lugar de nacimiento de Marta -ver libro de Pedro Berriotxoa en esta web-. En esta plaza la pareja disfrutaba de su vivienda en los meses del largo verano de Donostia
Marta, cuando podía, tenía mucho interés en las tertulias de la Casa de Cultura que lleva Lola Arrieta. Algunas veces la acompañamos a su cercano domicilio y tomábamos un piscolabis con Luis. Primeros de marzo de 2011. Volvíamos con su esposa de una velada sobre Ana Karenina -una novela favorita de Marta- y mientras continuábamos la tertulia, Luis nos sorprendió por el conocimiento profundo de la obra de Tolstoi. Lo sabía todo: trama, personajes, paisajes, simbolismo de la novela, todo.
Gran conversador, era un hombre de modestia y simpatía proverbiales. Aún y todo, en alguna de aquella veladas, llegamos a saber que a su padre le mataron durante la Guerra Civil tras una denuncia y su hermano mayor cayó en la Batalla del Ebro. Luis, detrás de ese rostro de rasgos duros, era un hombre bueno, de enorme talento y gran cultura. Era un hombre que alzó su voz contra la injusticia y que alertaba sobre cómo el mundo actual ha terminado por mercantilizarlo todo y privar de su significado más profundo incluso al arte.
Luis decía que “las mujeres son las que suelen mandar en el matrimonio, por lo menos en mi caso”.
En los últimos años del franquismo tuvieron que exiliarse a Estados Unidos y Canadá y volvieron a Donostia en el año 77. Ahora, siempre que pueden, vienen a su casa de Otxanda -Toda la pandemia la pasaron en Madrid-
Marta y Luis son dos generosas, extraordinarias y bondadosas personas, que han trabajado -Marta lo sigue haciendo- en su particular expresión artística todos los días del año. Mucha gente de Lantxabe siente por ellos una gran admiración. En su día propusimos se concediera el ‘Tambor de Oro‘, el reconocimiento de la ciudad
Luis era un ciudadano del mundo y, con apariencia contraria, tenía la socarronería propia de un ‘gizonplaza’. En las conversaciones familiares solía recordar que comenzó sus estudios musicales en el colegio de “Las monjas francesas” de Fuenterrabía. Así se fue formando una personalidad internacional y local, en el lenguaje universal de la música
Luis ha seguido en su tarea de composición musical hasta hoy.
Fue un creador más que prolífico, con seis óperas (la última de las cuales, El abrecartas, está previsto que se estrene en febrero próximo en el Teatro Real de Madrid) y un catálogo que superaba el centenar en varios géneros. Formó parte del grupo que se atrevió a resucitar de los escombros la música en el siglo XX, junto a Cristóbal Halffter o Carmelo Bernaola
Una de las anécdotas que le oímos contar es “lo que tardó en presentarse en San Sebastián ‘Zurezko olerkia’, un poema de madera, con la colaboración de los hermanos Artza, entonces unos jóvenes músicos, que fueron los resurrectores de la txalaparta. Ya antes había conocido a dos viejos, se les conocía por ese nombre, de Usurbil que eran los únicos que tocaban la txalaparta y que habían enseñado a los Artza. Los había escuchado en Madrid, en los años 60, en una inauguración de una exposición del artista guipuzcoano Remigio Mendiburu. Me interesó esa música. La dejé dormir y en el año 74, estando en Canadá recibí un encargo de la ciudad de Bonn. Me dijeron que compusiera algo que no fuese medianamente tradicional dentro de la producción musical. Entonces pensé en un grupo coral, de ocho voces, con instrumentos de madera y la txalaparta. Recuerdo como en 1975 los hermanos Artza se trasladaron a Bonn en una pequeña furgoneta con los listones de madera”.
Antes que en Donostia se pudo escuchar en París. Contaba «En San Sebastián se interpretó por primera vez en 2005, cuando cumplí 75 años. Ahora la txalaparta está hasta en la sopa, pero en 1975 no se consideraba ni instrumento. Yo estaría contentísimo si modestamente he conseguido participar en su recuperación».
[Juan Pablo Huércanos, subdirector del Museo Oteiza y estudioso de la obra de Remigio Mendiburu, ahora ha recordado que gracias a De Pablo se celebró en 1965 el primer concierto de txalaparta en Madrid, en la inauguración de una muestra del escultor de Hondarribia].
La poesía fue continua fuente de inspiración. Visitaba semanalmente a Vicente Aleixandre en Velintonia y se inspiró en Pessoa Byron y la Generación de 27 para varias de sus obras.
Así, otro pasaje de su vida musical tiene que ver con Primo Levi –‘SI ESTO ES UN HOMBRE’, el texto íntegro en pdf que se edita en esta web, tiene numerosas visitas todos los días, miles desde que se puede consultar- Pues bien el 12 de Abril del año 2007, se estrenaba en Turín su obra ‘Passio, con la participación de la Orquesta Nacional de la RAI.
Si obligatoria es la lectura de ‘Si esto es un hombre…’, muy recomendable es escuchar Passio
El 8 de julio de 2017 ‘Lantxabe’ en su ‘viaje de fin de curso’ visitaba Carpi, cerca de Módena, y se acercaba al Museo de la Memoria de los Deportados, buscando al autor de ‘Si esto es un hombre’ (con Primo Levi, con Luis de Pablo)
Sobre su vanguardismo, Luis señalaba que «cuando hice estas cosas no quería ser pionero ni nada, sólo hacer la música que me salía de las tripas y si era distinta de otras ¡qué le vamos a hacer! Ahora lo que hago es lo más corriente del mundo, aunque hay gente que no estaría de acuerdo».
Cuando le recordaban decía «la gente es muy generosa y se ha acordado de que tengo más años que la tos. Soy compositor y lo que deseo es que mi música se oiga, sobre todo cuando yo no lo pueda ver, es decir, después de muerto, porque normalmente a los pobres artistas se nos olvida».
Ha desaparecido el último grande de la vanguardia musical española, nos enfrentamos a la batalla contra el olvido y la inevitable orfandad que eso conlleva. Nosotros te recordaremos siempre, estás en nuestro corazón y tu música en nuestra cabeza.
Queremos enviarle un abrazo gigante a nuestra muy querida y desconsolada Marta
Muy interesante y poco conocida -al menos para mi- esa conexión de De Pablo con Aiete. Un músico con tonalidades muy originales e interesantes. Goian Bego.