La historia de Gramsci es un elogio de la voluntad. Hace falta dominar el arte de la perseverancia para sostener esta convicción: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad…
Que ‘La Cumbre’ podía volver a manos de la ciudadanía donostiarra, como escribía aquel cronista en los inicios de Lantxabe, era una carta a los reyes. Aquel se refería la Casa de Cultura, luego vinieron el ‘Centro de Salud’, etc. Ahora es ‘La Cumbre’. La fría reacción del equipo municipal del gobierno puede sorprender si no se supiera sobre su afán de descatalogar, privatizar y vender a la industria hotelera todo la riqueza patrimonial de Donostia.
Al decir los portavoces municipales que “No saben si se trata de una cesión temporal o definitiva, ni tampoco conocen el estado en el que se encuentra el Palacio de La Cumbre, si requiere una gran inversión para su uso”, están buscando excusas de mal pagador. El 2 de mayo de 2020, el DV publicó una amplio reportaje sobre la Villa y su inquilino, la subdelegación del Gobierno. Su estado es perfecto. (‘Oído cocina’, este subdelegado es del mismo partido que la otra mitad del gobierno donostiarra y que el del presidente español)
Lo que de verdad le crea problemas al tinglado de urbanismo municipal es que ‘La Villa de la Cumbre y su entorno ajardinado, tiene la máxima catalogación dentro del Plan Especial del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc), por lo que debe mantenerse intacto en su imagen exterior e interior’. No es posible su transformación para determinados posibles usos especulativos, salvo que le quieran quitar la protección y por lo tanto las mencionadas advertencias no tengan tanto que ver con el ‘estado de La Cumbre’, como en una negociación del equipo municipal con el gobierno español que partiera de la base de la descalificación y la cesión de la Villa a una empresa hotelera –‘un hotelito con encanto’ se decía entonces, cuando se jugaba el futuro del Palacio de Aiete-, y dedicar sus amplios terrenos ajardinados para construir viviendas de lujo, como se ha hecho en Txanpuene.
La parcela de La Cumbre tienen un extensión de unos 18.000 m², dos veces y media las medidas de un campo de fútbol reglamentario.
Pero ¿Qué opina la ciudadanía donostiarra?
Aunque el debate sobre el nuevo Plan General de Ordenación Urbana es inexistente y críptico, porque así lo ha decidido el grupo de urbanismo, Lantxabe ha hecho sus propuestas en tiempo y forma, ajustándose a los 10 rígidos y arbitrios apartados
En 5 de ellos coloca Lantxabe en el centro la incorporación del espacio natural y Villa de ‘La Cumbre’, para que forme parte del nuevo PGOU
El Tema 1 se titula ‘Sostenibilidad y cambio climático’
Lantxabe apuesta por un modelo basado en un crecimiento medioambientalmente sostenible y en función de esa responsabilidad lanzamos para el debate varias propuestas básicas, de entre las que entresacamos, para este trabajo, las siguientes:
- Sostenimiento y desarrollo del Bosque de Miramón y del espacio Katxola
- Teatro de Miramón y frontón
- Sostenimiento y desarrollo del Monte Oriamendi
- Recuperación del espacio natural y la Villa de ‘La Cumbre’ para la ciudad, por lo que en la cesión de la Villa de ‘La Cumbre’, nos ha ‘venido dios a ver’
En el Tema 3, que se refiere al Patrimonio, empezamos diciendo que en la protección y preservación del patrimonio urbanístico catalogado, el anterior PGOU perdió la oportunidad de preservar los caseríos de Munto, Txanpuene, los restos del acueducto de Morlans…Ahora, en estas fechas, entre otros retos que señala Lantxabe para el nuevo PGOU, tenemos el de revalidar el teatro de Miramón, el fuerte de Oriamendi y los jardines y villa de La Cumbre.
En el Tema 5, sobre la preservación del medio natural
Lantxabe apuesta por el Bosque de Miramón y por el caserío Katxola como centro de interpretación del Bosque. Y también por la rehabilitación del parque de Puio o por el Monte Oriamendi que ya figuraba en el anterior PGOU (2010). Y apuesta también por la recuperación del espacio natural y la villa de ‘La Cumbre’ para la ciudad; además de otras propuestas que se vienen editando en esta web
El epígrafe 7, lleva como título ‘Espacio público’
Pues bien el nuevo PGOU debería poner su atención en el Bosque de Miramon, el teatro de Miramón, el fuerte de Oriamendi, el parque de Txanpoene y, desde luego, en los jardines y la villa de La Cumbre, entre otros
En el ultimo tema, el nº 10, del orden establecido para participar en el PGOU, se sitúan los equipamientos. En este punto Lantxabe propone recuperar el palacio y los jardines de La Cumbre para uso público, (¡Qué gran regalo!). Otros proyectos de Lantxabe son el campo de deportes y plaza pública del Jolastoki (Cubrimiento de la cancha y el bolatoki), carpas en las plazas públicas del barrio (Etxadi, Hiru Damatxo,…), actualización del teatro de Miramon y organizar su disponibilidad y otros
¿Para cuando una tormenta de ideas para el uso del palacete de La Cumbre?, habida cuenta q los jardines deberían ser un nuevo espacio verde para disfrute de la ciudadanía de Donostia , como ya ha ocurrido con otros parques como el de Aiete y Cristina Enea.., como ejemplos
Es una buena idea, es necesario hacer estas reuniones que en Aiete han tenido precedentes en todas las ocasiones en los que el reto merecía la pena: Casa de Cultura, Plaza de Munto, Centro de Salud…
Con ocasión del PGOU se deberían convocar reuniones para hablar de ‘La Cumbre’, el ‘Fuerte de Oriamendi’, el funicular de Alto de Errondo, La Avenida de Aiete…