Las últimas odiseas culturales de fin de ciclo de literatura y de cine organizadas por Lanxabe tuvieron lugar en Grecia (año 2018) y, en su envés, Turquía (año 2019).
Lola Arrieta siguió reuniendo los ciclos en el 2020 y 2021, pero los consiguientes circuitos culturales no se pudieron hacer, hasta este año.
La visita al país de los etruscos, de los umbros, fue concienzudamente preparada: encuentros literarios con la más reciente novela italiana protagonizada esencialmente por mujeres, un delicioso cine italiano con ponentes de cine-club donostiarras de primera fila y dos conferencias magistrales; la primera, de Antonio Dupla sobre el ‘enigma desvelado de los etruscos’ y, la segunda, de Ana Sanchez-Lasa sobre la llamada Escuela de Umbría, frescos que recorren el siglo XV y que son la base de la pintura italiana posterior.
Cuarenta y dos bravas mujeres y hombres se apuntaron al atractivo periplo por el corazón de Italia. No era fácil tomar esta decisión; por una parte, estaba la ilusionante visita a Umbría, Las Marcas, Toscana, el Lazio y, por otra, y de signo contrario, la amenaza del covid19.
Se aguantó hasta Asis; allí, en Santa María de los Ángeles, en un test oficial y concienzudo, 10 viajeras y 2 viajeros dieron ‘positivo’, habían llegado hasta el centro del viaje, vivieron confinados en su hotel la semana posterior, según la norma sanitaria italiana; sus 27 compañeros lo finalizaron sin novedad, caminando por la Etruria más elocuente. [A destacar la entrega y eficacia de Aurora, responsable de viajes de El Corte Inglés, que facilitó hasta el último detalle la estancia y regreso de los recluidos]
Todos regresaron felizmente a Donostia, con pocos días de diferencia, según los test de las personas fueron dando ‘negativo’.
Continuó la programación de la organizadora de estos ciclos, que finaliza con una exhibición de las fotos obtenidas en el viaje, una comida o simposio de celebración en el Xanti de Anoeta, y una parodia de la aventura.
La imaginación de Lola Arrieta, de Ana Etxeberria y de Juan Carlos Berzoza, con sus atuendos de bufones ‘covinianos’ y la letra de su combativa canción, -que se adjunta- convirtieron la pantomima en un ejercicio teatral sublime y en un acto catártico, para una festiva reunión de peregrinos que volvían a encontrarse tras la desoladora ruptura de Asis.
Una emocionante velada cargada de amor, humor, simpatía, esperanza y amistad