Nos preguntamos por qué no han seguido los redactores de los anteriores PGOU al frente del nuevo
De momento Iñigo Peñalba Arribas nos alerta de la ‘Oportunidad perdida en San Bartolomé’
Iñigo, en el Diario Vasco, escribe este reportaje
El patrimonio salvaguardado no justifica la ordenación desarrollada, que priva al Ensanche de los equipamientos públicos y zonas verdes previstos en el PGOU de 1991
Si cualquier viandante se anima a pasear por las calles Easo o Larramendi podrá constatar la persistencia del muro de San Bartolomé, a pesar de la singular transformación urbana que se ha producido en ese enclave estratégico de San Sebastián, próximo a la bahía de La Concha y limítrofe con el ensanche de Cortázar. La nueva ordenación urbanística ejecutada en San Bartolomé ha dado lugar a nuevos edificios que emergen en el ‘skyline’ de la ciudad, cuya imagen, principalmente desde la calle Urdaneta, invita a la reflexión sobre su efecto en el paisaje urbano.
Dicha ordenación es el resultado de un prolongado debate en el que se barajaron distintas alternativas y que dio lugar a la solución ejecutada, invocándose al efecto la protección del patrimonio histórico y cultural, por entenderse que el muro de Easo, el convento y colegio de San Bartolomé, así como la Casa de Baños eran de interés arquitectónico. No obstante, me pregunto en qué ha consistido dicha salvaguarda.
Precisamente, el muro que en su día algunos denominaron ‘jardín vertical’ ha sido cercenado al sur, cortado para la instalación de un ascensor y rematado mediante un adorno contemporáneo que vuela sobre la calle Easo y se utiliza como mirador. El muro de piedra ha sido sustancialmente recortado en altura requiriendo, además, de un sistema de anclaje complejo para garantizar su estabilidad y, próximamente, se verá nuevamente seccionado al norte cuando se ejecute la parcela comercial pendiente de desarrollar frente a las Reparadoras. Continuando hacia el sur por la calle Easo, se ha desprovisto al muro de la Casa de Baños en su zócalo final, siendo esta sustituida por un edificio de viviendas que trata de integrarse en el entorno, entre el muro anclado de mampuesto de piedra y el nuevo falso muro de gaviones que oculta la contención de tierras de la colina hacia la calle Estella, recientemente abierta.
Asimismo, si bien en lo alto de la colina persiste la volumetría del antiguo convento y colegio, que algunas voces reivindicaban como elemento del patrimonio cultural de la ciudad, tan solo se ha mantenido una parte de su fachada norte que asoma a la bahía, desapareciendo la iglesia y el resto de dependencias del equipamiento. Por lo tanto, en la ordenación ejecutada no cabe encontrar respuesta a la motivación de la elección de la alternativa elegida para San Bartolomé: la protección del patrimonio histórico y cultural. Por otra parte, el resultado urbano obtenido no propicia las sinergias que deben requerírsele a cualquier desarrollo urbanístico, limitándose la intervención a la construcción de viviendas, sin aportar parcelas de equipamiento o de espacios libres significativos.
Espacio libre central y verde
Cabe recordar que la primera propuesta de ordenación para el emplazamiento preveía un espacio libre central y verde de más de 10.000 metros cuadrados, así como la generación de una nueva calle en la dirección norte-sur, y una manzana completa que en el año 1991 se ordenaba con destino a equipamiento comunitario. A mayor abundamiento, la propuesta preveía la creación de un nuevo polideportivo para el barrio de Amara Viejo y un ‘crescent’ de forma semicircular como telón de fondo del gran espacio público central. La nueva distribución de calles propiciaba una movilidad fluida en forma de anillo y permitía la transformación del inicio de la cuesta de Aldapeta en una calle peatonal, evitando las fuertes pendientes que actualmente dispone y mejorando sustancialmente su accesibilidad.
Invito a la reflexión sobre la cuestión y al debate en relación con la construcción de la ciudad, con la finalidad de aprender de ello y de conseguir acertar en las decisiones a tomar hoy. En el caso de San Bartolomé, el resultado que hemos heredado no ha valido la pena y se ha perdido una oportunidad de desarrollar una solución brillante que dotaba al Ensanche de unos equipamientos y servicios públicos que hoy no encontramos, así como una mejora importante en su integración en la trama existente, facilitando las conexiones y dando prioridad al peatón. Además, la acción ha hipotecado a futuro el logro de los objetivos apuntados en 1991.
Invoquemos el patrimonio cuando proceda y con criterio ya que, en caso contrario, ejemplos como el de San Bartolomé nos harán perder la razón. Seamos capaces de tomar las mejores decisiones para las generaciones futuras, de quienes tenemos prestado el uso de la ciudad y el territorio, así como, con espíritu crítico, de aprender de errores propios y ajenos. Tratemos de crear y no nos dejemos cegar por la perpetuación de las cosas. Cuidemos el patrimonio y la memoria, pero no los utilicemos arbitrariamente, y permitamos que esta generación pueda aportar su propio legado para mantener una ciudad viva para las futuras.
LOS DATOS
Avance del Plan General de 1991: oficina del Plan General (director: Francisco de León) con la colaboración de Angel de la Hoz.
Plan General de 1995: oficina del Plan General (director: Francisco de León).
Plan Especial de 1998: oficina del Plan General (director: Francisco de León).
Sentencias de tribunales: Tribunal de Justicia del País Vasco en 2001. Tribunal Supremo en 2004.
Modificación del Plan General de 2007: Francisco de León.
Modificación del Plan General de 2015: Arkilan.
Firma el artículo Iñigo Peñalba Arribas.
Domingo, 31 julio 2022
Nacido en Donostia-San Sebastián, es arquitecto desde 2012 por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Donostia-San Sebastián con Matrícula de Honor en el Proyecto Fin de Carrera y ha recibido el Premio Extraordinario al mejor expediente académico del curso 2011/12. Ha sido premiado asimismo en 2012 con el Premio Kutxa al primero de la promoción. A su vez, es alumno de doctorado de la UPV-EHU donde realizó el Máster de Restauración y Gestión del Patrimonio Construido en el curso 2013/2014.
Entre otras tareas profesionales, realiza colaboraciones con los profesores de la ETSASS Alberto Ustarroz, Manuel Iñiguez y José Antonio Barea.
Manuel Iñiguez el 13 de mayo de 2016, impartió una magistral conferencia sobre el ‘art dèco’ en la casa de cultura de Aiete. La charla estaba asociada a los preparativos del viaje cultural a los países Bálticos. Visitamos Riga, capital de Letonia y del art deco, dos meses más tarde. Manuel, en la conferencia, mencionó algunos edificios de la calle Prim, y otros de Donostia, como prototipos de esta forma de construcción. Mucha gente ‘reza’ para que no sean demolidos por las ansias del negocio urbanístico y la pasividad municipal
Dando una vuelta por toda la zona del Nuevo San Bartolomé, se puede ver el resultado de la reurbanización. Hay una gran densidad de edificación y una total ausencia de zonas verdes. Por ello, cuando leo los planes del Ayuntamiento para la zona que quedará libre una vez se soterre el Topo , en la que el plan es hacer más de lo mismo, construcción de muchas más viviendas , sin respetar siquiera el Parque Mentxu Gal y una total ausencia de zonas verde y de equipamientos cultural deportivos para el Barrio, pienso que no hemos aprendido nada de los errores. Ahora es el momento de reivindicar una total transformación del plan diseñado, teniendo en cuenta a los vecinos. Que no tengamos que leer dentro de unos cuantos años otro artículo titulado: ‘Vías del Topo, otra oportunidad perdida’. Animo a Asociaciones de vecinos y ciudadanos en general a intentar establecer los cauces para que los vecinos podamos dar nuestra opinión
Es increíble que haya que recordar al PNV y al PSE que las ciudades se amplían desarrollando nuevas planificaciones. Menos pelotazos urbanísticos y más pensar en la ciudadanía. Hay que actuar con criterios del siglo XXI, no volviendo al funesto desarrollismo de los años sesenta