El Ayuntamiento ha dado marcha atrás en sus planes para el paseo del Doctor Marañón. La oposición mostrada por la vecindad de Aiete a que el ayuntamiento redujera el paseo a una sola dirección, obligó a los responsables municipales a replantear el proyecto, como ya se sabe.
Tal fue el rechazo de una parte de los residentes en el barrio que los trabajos sobre el terreno se paralizaron a pocos días de las elecciones y desde el departamento de Movilidad pidieron tiempo para repensar la actuación. Ahora, las labores de urbanización se han vuelto a poner en marcha con el propósito de mantener un carril por cada sentido.
[Tampoco en esta ocasión, para este nuevo proyecto, se ha querido saber la opinión ni de los vecinos, ni de Lantxabe. Se ha hecho caso omiso a la reunión solicitada.
Por cierto desde Lantxabe se viene exigiendo una acera transitable y la solución para las raíces que invadías la calzada y rompían las aceras, hasta lo imposible. La Asociación no ha pedido nunca que se suprima, ni que se sustituya el arbolado, como se recuerda en la entrada anterior. No somos técnicos jardineros]
Pues bien, con un presupuesto de 320.000 euros -un 2,47% por encima del precio de adjudicación- y un plazo de ejecución de diez semanas -hasta el 2 de septiembre-, la intervención consistirá en ganar unos centímetros para los peatones a costa de estrechar la calzada, siempre dentro de los parámetros exigidos por la normativa.
Según se recoge en el informe de Movilidad, «ante la firme oposición» de parte de los vecinos a eliminar la comunicación existente desde la calle Palacio al paseo de Aiete a través de Doctor Marañón, se ha «reconsiderado la posibilidad» de mantener el doble sentido entre las calles Palacio y Goiko Galtzada Berri. Los técnicos del departamento han tenido en cuenta en su decisión las dimensiones actuales de la calzada, con una «anchura holgada» que permite la ampliación de la acera, «resultando suficiente en lo que al cumplimiento de la normativa de accesibilidad respecta». Por ello, solicitaron a Mantenimiento Urbano que modificara el proyecto para ampliar el paso peatonal «en la medida de lo posible».
Revegetación
Los cambios introducidos tendrán consecuencias sobre los planes para revegetar el paseo. Los 26 ‘nogales del Cáucaso’ fueron apeados y la idea original pasaba por crear un parterre corrido en el que se plantarían 21 ejemplares de menor porte, llevando las raíces a un par de metros de profundidad par evitar una nueva invasión. Finalmente, la solución que se va a adoptar consiste en construir alcorques individuales en los que echarán raíces los nuevos árboles. Los huecos se cubrirán con rejillas para garantizar la seguridad de los peatones.
Tomado de un artículo de Jorge F. Mendiola en el Diario Vasco