El pasado 8 de junio la expedición de Lantxabe a Sajonia, Turingia y Berlin se detuvo en uno de uno de los callejones de arte urbano más celebrados de la capital alemana, el Haus Schwarzenberg, dónde se encuentra el Centro Ana Frank, un lugar que aborda la biografía e influencia de la autora del diario personal más leído, y más triste, de la historia.
En el Haus Schwarzenberg, la vida de Ana llegó a Berlín
Con el Parque Cultural de Aiete la vida de Ana llegó a Donostia
Ana Frank fue la protagonista de la primera exposición que acogió el recién inaugurado Centro Cultural de Aiete (diciembre de 2010). Los jardines del palacio de Aiete, honran el árbol nacido de un esqueje del castaño que todos los días Ana veía desde su ventana y, cuya contemplación, alivió el ánimo de la joven judía durante los veinticinco meses que duró su vida clandestina en ‘la casa de atrás’ de Amsterdam, bajo la ocupación nazi.
La lamina que identificaba el árbol ha sido renovada. Primero retiraron una bella placa muy ilustrativa, que invitaba a su lectura. Luego, siguiendo una extraña normativa municipal, quitaron esta identificación y pusieron una pequeña referencia sobre un soporte al pie del árbol, lejos del camino; ahora, a solicitud de Lantxabe, que participa en el Consejo Asesor de Memoria Histórica, la placa se ha hecho de mayor tamaño, próxima al paseante, se puede leer y tiene cuatro códigos QR para poder escuchar explicaciones del cada vez más hermoso castaño.
La transmisión oral está en euskera, castellano, francés e inglés (en el texto explicación en castellano)
Unos metros más arriba que el ‘árbol de Anna Frank’‘, está la escultura ‘Urte Haietan’, que denuncia los 40 años de dictadura franquista y, más abajo, frente al palacio, encima de la casa de cultura soterrada, podemos ver un ‘búnker’ de hormigón en homenaje a las víctimas del holocausto; frente al Centro Cultural, una obra escultórica dedicada a los derechos humanos
De tal forma que el Parque Cultural de Aiete, podíamos llamarle Parque de la Memoria por los Derechos Humanos y contra la barbarie nazi
Postescritum:
La última entrada que Ana realiza a su diario está fechada el 1 de agosto 1944. Tres días después, la Gestapo irrumpe en el edificio, sabiendo lo que va a encontrar gracias a una delación cuya autoría nunca se terminó de esclarecer. A partir de ahí, la familia Frank fue enviada al campo holandés de Westerbork primero y a Auschswitz, después. Con las tropas rusas a las puertas del campo de exterminio, Ana fue deportada de nuevo, esta vez, con rumbo al ‘lager’ alemán de Bergen-Belsen, en donde falleció de tifus, pocas semanas antes de que los británicos liberaran el campo
El único superviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank, su padre; en 1947 publicó el diario bajo el título La casa de atrás (en neerlandés, Het Achterhuis).
El 12 de octubre de 2018, en el aniversario de nuestro Manuel Matxain, Lantxabe organizó un paseo con Mari Carmen Garmendia ‘Conociendo Aiete palmo a palmo’. Y Mari Carmen, a la altura del castaño, nos habló de la ‘Casa de Atrás’. Ella conserva una carta de Otto Frank relacionada con la traducción al euskera de parte del diario de Ana Frank que hicieron la propia Garmendia y personas de su entorno. Una copia facsímil está a disposición de la Casa de Cultura.
Berlin dedica un museo a su diario en el callejón de Haus Schwarzenberg
El recorrido por el museo sirve para hacer un repaso de la historia del nazismo, tener una nueva perspectiva de la II Guerra Mundial y entender cómo vivió la comunidad judía alemana este agujero tan negro de la historia del siglo XX. Recordar a Ana Frank es un compromiso con el antisemitismo, los prejuicios y cualquier tipo de discriminación contra las personas.
Reportaje fotografico
En esta reseña editamos fotos de la gente de Lantxabe recorriendo el callejón en el ambiente del lugar.