El Ginkgo Biloba de ‘Goethe’ en Weimar y en Aiete

La gira de Lantxabe se detuvo delante del Teatro Nacional y de las estatuas de Goethe y Schiller en Weimar. Allí Manuel dedicó a este poeta su ‘Oda a la Alegría’

La expedición de Lantxabe visitó Weimar el pasado 3 de junio. Esta pequeña ciudad de Turingia -menos de 70.000 habitantes-, es bellísima, contiene múltiples atractivos; conocida por su rico legado cultural, fue el centro del movimiento Bauhaus y es patrimonio de la Humanidad por la alta calidad artística de sus edificios y de los parques públicos y privados en la ciudad.

El pasado 27 de abril, en la Casa de Cultura de Aiete, Graefe Aguado, impartió una conferencia: ‘La República de Weimar’, en el marco del programa ‘Retazos de Alemania’

“Weimarer Republik”, fue el gobierno democrático de Alemania desde 1919 hasta 1933. La ‘República de Weimar’ tomó el nombre de la ciudad porque allí se pactó su audaz Constitución: sufragio universal, igualdad de hombres y mujeres, y defensa de la libertad individual

Parte del grupo se acerca a la Universidad

Durante el siglo XVIII, se convirtió en un centro cultural significativo gracias a la influencia de Johann Wolfgang von Goethe que pasó gran parte de su vida en Weimar; aquí desarrolló sus principales obras literarias «Fausto» y “Las tribulaciones del joven Werther”; ‘Las tribulaciones..’ estuvo en tertulia del ciclo de literatura y cine el pasado 8 de febrero.

Primera edición de “Las tribulaciones del joven Werther”. Foto tomada en el museo dedicado a Goethe, en Weimar

En Weimar se cumplimentó la biblioteca de la duquesa Ana Amalia (para conseguir las entradas se hicieron las reservas con meses de antelación). La previsión permitió admirar la belleza de un conjunto de estilo rococó en el que predominan el blanco y el dorado. Las escaleras se enroscan presididas por bustos de mármol que parecen vigilar manuscritos, incunables, primeras ediciones y partituras musicales.

Pues bien, al otro lado de la biblioteca crece un árbol de ginkgo biloba que se ha convertido en un emblema de la ciudad. Sus hojas amagan una partición, pero evocando una unidad. Todo lo cual fue dignificado por este poema de Goethe:

Foto de Alarmy

Ginkgo Biloba

Las hojas de este árbol, que del Oriente

a mi jardín venido, lo adorna ahora,

un arcano sentido tienen, que al sabio

de reflexión le brindan materia obvia.

¿Será este árbol extraño algún ser vivo

que un día en dos mitades se dividiera?

¿O dos seres que tanto se comprendieron,

que fundirse en un solo ser decidieran?

La clave de este enigma tan inquietante

Yo dentro de mí mismo creo haberla hallado:

¿no adivinas tú mismo, por mis canciones,

que soy sencillo y doble como este árbol?

Facsímil del poema: Goethe pegó esas dos hojas en el original

Traemos esta historia a colación porque en los jardines del palacio de Aiete hay más de media docena de ginkgos que ahora lucen espléndidos, como toda la hierba, estanques y floresta del jardín. Una maravilla

Uno de los ginkgo de los jardines del palacio de Aiete
Esta hoja pertenece al ginkgo de arriba
Un recodo del jardín
Casa de Cultura de Aiete

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