Ayer tarde se vivió en el barrio una explosión de emoción y pasión. Decenas de jóvenes y menos jóvenes se unieron -como todos los años desde hace 25- en un vibrante ritual que llenó de ritmo cada rincón de las calles que recorre la comitiva la Tamborrada, creando un escenario en el que la historia y la tradición se entrelazan con la vitalidad juvenil de esta fiesta única.
Tardes de entrenamiento, veteranos y principiantes, se unen en un despliegue de talento musical, en el que el tambor es el protagonista, pero el barril es la juerga, la cuchipanda, la farra, la jarana, el gaudeamus…con el tiempo el cachondeo del barril se está contagiando al tambor; barril y tambor en conexión entre la comunidad de vecinas y vecinos y su tamborrada.
La fuerza y la destreza con la que se golpean barriles y tambores, la música de Sarriegui interpretada por la txaranga, no solo resuena en los oídos de los espectadores, y del séquito que les acompaña, sino que también toca las fibras más sensibles de todos ellos. Cada golpe es una afirmación de identidad, una manera de honrar las raíces y transmitir la rica herencia cultural que ha sido transmitida de generación en generación.
La emotividad de la Tamborrada radica en las ganas que cada participante pone en cada golpe. Tambores y barriles no son simples instrumentos; son extensiones de sus emociones y un medio para comunicar su amor por el barrio y su gente. Se puede sentir la intensidad en el aire, la dedicación impregnada en cada nota que resuena en Aiete, en este día único para un barrio singular de la ciudad. En la tarde de ayer, día 20 de enero, la música, en esta forma tan elemental, es capaz de conectar los corazones de la gente
La Tamborrada es un espectáculo de emociones. Los rostros de los tamborreros, aguaradoras y cocineras expresan alegría, orgullo que transmiten a sus seguidoras y seguidores.
La Tamborrada de Aiete es una oportunidad para expresar el amor por San Sebastián de los y las aitearras, y de su deseo de preservar las costumbres del barrio y de tener unas dignas condiciones de vida.
En un mundo moderno, donde las tradiciones a menudo luchan por mantenerse relevantes, la Tamborrada de Aiete es un recurso de esperanza y resistencia. Su dedicación trasciende el mero acto de tocar un instrumento; es un compromiso con la preservación de la identidad cultural y la creación de recuerdos duraderos.
Cada toque de tambor, cada golpe de palillo en el barril, cada baile, cada dantza, de las participantes y de los miembros de la tamborrada, es una manifestación de la riqueza cultural que viene floreciendo en este lugar desde muy antiguo: bertsolarismo, deporte rural, sidrerías -ahora clausuradas-, vísperas de Santa Agueda, la cultura material de la sidra y actividades múltiples -musicales y de otras formas- en el caserío Katxola, la moderna Casa de Cultura, las fiestas, el ‘Aiete Kantuz’….
[[Fotos en el Topaleku]]
[[Fotos en el Jolastoki]]
En el parque de Otxada
Barriles, tambores, dantzas, abandera, txaranga… la Axular Damborrada nos dejó un sabor de fiesta que dura todo el año
Beste urte bat itxaron beharko dugu momentu hau berriro bizitzeko
Habrá que esperar un año más para volver a vivir este momento
Axularreko haurren danborrada/ La cantera de la Tamborrada de Aiete
Ikastolako haur-danborradako umeek @matiafundazioa -ko egoilarriekin danborrada jo dute. Oso emanaldi polit eta hunkigarria izan da.
Las chavalas y los chavales de la tamborrada infantil del Axular Lizeoa han tocado la tamborrada con los residentes de la Fundación Matia. Fue una actuación muy bonita y muy emotiva. Es encomiable la labor de estos componentes
Jende ona
Gaurko egunean omenaldi berezi bat egin nahi izan diegu danborrada hau posible egin dutenei, fundatzaile izan zirenei eta baita 25 urte hauetan huts egin ez duten partaide horiei. Topa zuen alde! @aristegui_art en eskutik oroigarri izan diren lamina pestsonalizatuak jaso dituzte
