Sábado 14 septiembre 10:30
El Kilometro Vertical de Aiete [una prueba de 1 km de distancia cuesta arriba], recorrerá el parque desde la entrada por Morlans hasta el Palacio de Aiete.
La carrera sube al Palacio de Ayete por el precioso y poco visitado paseo de la vertiente este del parque, entre la sombra de enormes árboles todavía vestidos de verano pero anunciando el otoño.
Las personas que participen en la carrera y el público que les acompañe, deben saber que antaño estas cuestas y barrancas eran zona de caseríos y manzanales, con el paso del tiempo se convirtió en una elegante zona de residencia de verano para duques y duquesas.
Los deportistas después de recorrer alguno de los bonitos rincones de los jardines del palacio terminan la prueba del Km en la puerta de los perros molosos
Así, el recorrido señalado por el parque nos llevará hasta el palacio de Aiete, pasando por el estanque, la cueva o elementos naturales como la espectacular secuoya, el árbol más alto de la ciudad. Los corredores utilizarán la red de senderos que permite visionar y disfrutar de árboles como los Ginkos, los macizos de arbustos, vivaces y flores, los plátanos, las secuoyas, los tupilferos, los tejos y los liquidabares, como principales elementos botánicos.
El parque tiene cuatro puertas de entrada, la del norte es la principal, pero la de Morlans se toma viniendo por el Pº de Errondo, que discurre paralelo a las vías de “topo”, se tuerce a la derecha para ver un singular barrio nuevo, con edificios modernos coloristas y tras cruzar bajo el alto viaducto, llega al viejo Morlans, toponimio gascón, como Aiete o Miramon, y al final de la calle a la derecha aparece la portezuela oriental inicio del Km vertical.
El ancho y cómodo sendero que deben recorrer los deportistas, serpentea en ascenso en el bosque donde se reconocen una gran riqueza de árboles como araucarias, cipreses, secuoyas, tilos, abedules, avellanos, fresnos y robles, entre otros muchos. La vía sube por los estanques y la gruta artificial con sus estalactitas y estalagmitas falsas, y por donde se llega a la campa cimera donde abundan los macizos de flores, con narcisos, jacintos y tulipanes.
Como decimos, la meta de la carrera está en el Palacio de Aiete, una mansión neoclásica construida sobre un viejo caserío de la familia Hayet de donde viene su nombre. En la entrada una columna indica que fue residencia habitual de la monarquía: Alfonso XII y María Cristina, Isabel II, Alfonso XIII y hasta la reina británica Victoria se albergaron aquí. Y luego el dictador Franco.
Contra su lúgubre memoria se han levantado la escultura ”Urte haietan, aquellos años”, con todos los años entre 1936 y 1975 perforados en el acero y con un recuerdo abierto para las víctimas de la guerra civil y el franquismo y, al lado, un esqueje del castaño que la joven judía Ana Frank observaba desde el desván de su casa de Amsterdam donde se ocultaba para evitar los Nazis; la escultura ‘Urdina’ en memoria de las 22 víctimas donostiarras del holocausto; un grupo escultórico en testimonio de la declaración universal de los derechos humanos
El palacio se ha transformado en “Bakearen eta Giza Eskubideen Etxea/ Casa de la Paz y los Derechos Humanos”
Estos días se recuerda en San Sebastián la irrupción de las tropas franquistas en la ciudad en aquel infausto septiembre de 1936
En los jardines se ubican la Casa de Cultura, la abandonada torre de los cuentos, el club Bonsai, el Topaleku, el parque infantil, el quiosco, todo ello entre, arboledas, jardines y bosques.
Volar desde Aiete hasta Morlans – Aieteko Bizilagunen Elkartea
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