Atzo irten ginen, nahiz eta eguzkiak argitu ez. ¡Urte berri on!
Mari Domingi esperaba impaciente, feliz por acompañar al Olentzero de Aiete por primara vez. Se había preparado a conciencia
El pronóstico del tiempo era muy negativo
A las 10 y media, viendo que la lluvia se hacía persistente, se decidió suspender la cabalgata de Mari Domingi y el Olentzero. La pareja de muñecos -obra de las criaturas de 1º de primaria de la Aiete Ikastetxea- es frágil, y ellas, las niñas y niños, muy sensibles a las mojaduras, la peor época para llegar empapados a casa
Otra vez será
Nos daba mucha pena
Pero salimos a festejar la Navidad. La lluvia no impidió que niñas y niños, amas y aitas, amonas y aitonas, celebráramos la Nochebuena en los soportales de Etxadi [Aunque nos hubiera vendido muy bien tener cubiertas las plazas]
El cancionero ensayado se quedó corto
La comunidad escolar y las trikitilaris Izaskun y Uxue Ezeiza, tiene mucho más repertorio que las cuatro letras de canciones distribuidas en este acto
Las personas seguidoras de Mari Domingi y Olentzero, grandes y pequeñas, desafiaron el mal tempo, la lluvia y el viento; el temporal pudo impedir salir a Mari Domigi y a su compañero, pero la música de las trikitixas y la canciones de la Navidad, entonadas a pleno pulmón por las corales, fueron el preludio de la ilusión repartida por todos los rincones del barrio
La gente mayor o menuda, con atuendos de Mari Domingi y Olentzero: ellas vestidas con falda larga, blusa blanca, chaleco bordado, pañuelo en la cabeza y alpargatas -o zapatos por la lluvia-; ellos con ropa de cashero: boina, camisa de lino, chaleco oscuro, pantalón de lana y abarcas-o botas-….han creado un ambiente formidable en las galerías cubiertas. A las Trikitilaris y Comparsas no les llegaba la hora de acabar la fiesta
Nota.- El desfile del Olentzero de Aiete llevaba 20 consecutivos recorriendo el barrio. Podemos ver cuatro instantáneas (2005, 2011, 2015, 2019, 2023). Todos los veinte años hemos contado con Ana Etxeberría como principal dinamizadora; este año no, como si los cielos temblaran por su ausencia y tampoco Mari Domingi quisiera estar presente