Hace muchos años que esperamos a Mari Domingi en el barrio.
Nos visitó en la Casa de Cultura
Pasó una noche, hace dos años, en el caserío Katxola
pero el día de Nochebuena nuestro Olentzero recorría en solitario las calles de Aiete.
Esta vez algo distinto está iluminando el ajado semblante del carbonero, ha llegado la visita que esperaba: Mari Domingi, una pastora conocedora de la tierra y sus secretos. Nuestra zagala es una mujer alegre y acogedora que porta una cálida sonrisa y una gafas redondas que le dan un aire simpático y atento.
Va vestida con ropa de lana que la protege del frío del invierno, combinada con un atuendo de dantzari y, en su brazo, lleva un cesto con croquetas y huevos, símbolos de generosidad. Su presencia ha traído calor a nuestro muñeco, ha eclipsado el invierno. Las niñas y los niños, que la habían soñado tantas veces, no podrán contener su emoción al verla junto al Olentzero. “Eguberri on, Olentzero!”, es el saludo la figura legendaria, con una sonrisa que iluminará la plaza.
Pastora y carbonero se abrazarán como dos viejos amigos, se contarán mil historias mientras hacen su recorrido por el barrio, partiendo de Hiru Damatxo, Etxadi, Topaleku, jardines del palacio de Aiete, Munto y parque de Otxanda
Las niñas y los niños están preparando las ‘kantak herrikoiak’ para acompañarles, la trikitixa y los txistus ensayando, y la gente de Emaus consiguiendo la fruta de cáscara brillante. La plaza de Otxanda estará henchida del aroma a castañas asadas
La fiesta del encuentro del Olentzero y Mari Domigi envolverá el aire, y sus seguidores repartirán buenos deseos.
El martes día 24, el barrio no solo celebrará la llegada de la Navidad; festejará también el encuentro del Olentzero y Mari Domingi, que prometen volver juntos el próximo año.